El complejo, el pasado verano durante uno de los cierres al público
El complejo, el pasado verano durante uno de los cierres al público - BELÉN DÍAZ
Patrimonio

El Templo de Debod cerrará por tercera vez a partir de julio

El Ayuntamiento debe culminar el cambio de la climatización en febrero de 2018

MADRID Actualizado: Guardar
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El cartel de «cerrado por avería técnica» volverá a colgar por tercera vez en el Templo de Debod (calle Ferraz, 1) a partir de julio. Los problemas de climatización que arrastra el monumento obligarán a volver a clausurarlo de nuevo en verano por las altas temperaturas que se alcanzan en su interior. Además, a lo largo de noviembre comenzarán las obras en el edificio para, por fin, cambiar todo el sistema. El cierre se aplica para cumplir con el real decreto que especifica las «recomendaciones relativas a las condiciones de seguridad en los lugares de trabajo». Según esta norma, los empleados públicos deben trabajar en espacios donde las temperaturas se encuentren por encima de los 17 grados centígrados y por debajo de los 30.

Esta circunstancia se produce de forma reiterada desde hace años, ya que, según sostienen fuentes municipales, las máquinas de ventilación «no están rotas, sino obsoletas». Por este motivo, no basta con una reparación puntual. Este problema ha impedido su apertura en los meses más cálidos e incluso en invierno. En concreto, el pasado enero, se tuvo que clausurar de forma indefinida hasta que los termómetros marcasen más de 17 grados centígrados. La joya nubia también echó el cierre desde el pasado 3 de julio hasta el 20 de septiembre por la subida del termómetro a más de 30 grados en el interior del complejo.

En aquella ocasión, se trató de reparar el ventiloconvector, un dispositivo con batería de frío o de calor y un ventilador, aunque sin éxito, ya que se concluyó que el problema requería el cambio de «todo el sistema de climatización». Tal y como explicaron a ABC fuentes del Área de Cultura y Deportes, el proyecto de sustitución y los pliegos de condiciones para el concurso de licitación ya están redactados. El coste de la obra ascenderá a los 200.000 euros. El expediente de este contrato se retrasó debido a la prórroga de 46 días los presupuestos del Ayuntamiento de Madrid para 2017. Las cuentas de la capital para este año no se aprobaron hasta el Pleno del pasado 15 de febrero.

Si el trámite burocrático no se retrasa más, las obras comenzarán en noviembre y se extenderán a lo largo de cuatro meses. Según matizaron desde la Concejalía de Cultura, «se está estudiando la manera de que el templo no tenga que cerrar durante los trabajos de reparación». No obstante, insisten las mismas fuentes, el monumento «no estará fuera de servicio más de seis meses: los dos de verano (julio y agosto) y los cuatro de las obras de la sustitución del sistema de climatización». Si estos plazos se cumplen, podrá abrir a pleno rendimiento a partir de marzo de 2018.

Cúpula protectora

En el acuerdo entre el PSOE y Ahora Madrid para aprobar los presupuestos de este ejercicio económico, se incluía el compromiso de que se «abordara de forma inmediata el cambio de climatización del edificio». Además, antes de finalizar el tercer trimestre del año, se debe haber aprobado un «estudio geotécnico y arqueológico» que permita acometer el proyecto de cubrición del templo. El objetivo es el que el monumento quede totalmente protegido de los agentes externos, puesto que las condiciones climatológicas, el polvo, la humedad y la contaminación de Madrid multiplican el riesgo de deterioro del templo milenario. Y el vandalismo obligó a duplicar desde el pasado octubre la vigilancia privada las 24 horas.

En 2002, ya se planteó la idea de protegerlo con una cúpula o de enterrarlo y construir un museo subterráneo que lo albergara. El de Debod es el único de los cuatro templos rescatados durante la construcción de la presa de Asuán y regalados por Egipto a ciudades europeas que continúa a la intemperie.

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