La obra eterna del Metro de Gran Vía: tras año y medio cerrada, aún sin fecha para reabrir la estación
«En los primeros meses del año» acabarán los trabajos sobre los restos de la antigua instalación, y luego se iniciarán los de acondicionamiento
Las obras de la estación de Metro de Gran Vía podrían estar acercándose a su final, aunque este aún no está cerca. Según calculan en la consejería de Transportes, la instalación podría finalizar los trabajos relativos a la conservación de restos de la primitiva instalación «en los primeros meses del año». Después de esto, habrá de retomarse el acondicionamiento de la actual estación y el resto de las instalaciones, lo que todavía va a llevar un periodo de tiempo difícil de prever. No hay aún fecha, por tanto, para reabrir la estación, aclaran desde el Gobierno regional.
La estación fue cerrada en agosto de 2018 por obras de reforma: modernizar y ampliar sus espacios, y conectarla con Cercanías de Sol mediante un pasillo subterráneo eran sus objetivos. No obstante, apenas unos días después de iniciarse los trabajos -que prometían durar sólo unos meses, hasta abril de 2019- se localizaron restos del histórico ascensor que tenía la estación en tiempos de su inauguración, y que estaba relacionado con el templete que construyó como remate de la misma Antonio Palacios, a comienzos del siglo XX.
Las obras se ralentizaron entonces. La aparición de los hallazgos obligó a variar los planes, y a acometer nuevas estrategias para no dañar los restos localizados y continuar buscando otros que pudieran estar en su entorno. De hecho, aunque en un principio se utilizaba maquinaria de gran tamaño para la obra , los especialistas de la adjudicataria abogaron por el uso de máquinas más pequeñas para no poner en riesgo el posible patrimonio arqueológico que se hallara en la zona.
La estación de Metro de Gran Vía fue inaugurada en el año 1919, y contaba con una novedad para la época: un ascensor, diseñado por Antonio Palacios , que llevaba hasta el templete del mismo autor que se encontraba en la superficie. Un templete que ahora se quiere reproducir, en la remodelación en marcha.
El ascensor funcionó muchas décadas: hasta 1970. Los trabajos que se han puesto en marcha hace más de un año ya en la estación, y en los que se siguen instrucciones precisas de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, tratan de no dañar una zona en la que existen restos de las instalaciones originales. Así lo ha advertido en muchas ocasiones la entidad para la conservación patrimonial Madrid Ciudadanía y Patrimonio, que incluso ha llevado el asunto ante la Fiscalía de Medio Ambiente.
Los trabajos que se han llevado a cabo durante todo este tiempo han tenido en cuenta además otros factores sobrevenidos, como el «riesgo grave de colapso en lo que fue el pozo del ascensor que conducía a los andenes del Metro de Gran Vía», en caso de fuertes lluvias; y riesgo «muy grave» de afección a las edificaciones de los alrededores. Estas advertencias las realizaba la empresa SANDO , adjudicataria de las obras de mejora del Metro de Gran Vía, en los primeros meses del año 2019. Por aquel entonces, los trabajos habían quedado paralizados tras los primeros hallazgos , y a la espera de decidir sobre cómo se actuaría, pero con las «tripas» de la estación abiertas y expuestas a las inclemencias climatológicas.
Todas las precauciones que ha habido que tomar desde entonces se han traducido en un retraso en las obras superior al calculado inicialmente, y que mantiene esta estación en «stand by» .
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