Sus hermanos le tenían encerrado en un palomar

Las investigaciones comenzaron cuando la policía recibió una llamada al 091. Una patrulla tuvo que acudir a un establecimiento donde un hombre en gran estado de embriaguez estaba causando molestias. El señor, de 76 años, voluntariamente se dejó acompañar a su casa por los agentes.Una vez en la casa, al final de un pasillo, una puerta cerrada con una cadena les hace sospechar. Ni la hermana, de 61 años, ni él ponen resistencia para abrirla. Él explica que ahí vive su hermano, al cual tienen aislado debido a sus problemas mentales; ella dice que se encarga de su cuidado, y de administrar la pensión de 1000EUR mensuales que recibe. Ante tal extraña explicación, los policías pidieron a ambos hermanos que abriesen la puerta. Una vez la atravesaron, encontraron otra puerta con una traviesa de madera que impedía el acceso y después una escalera ruinosa que ascendía a una especie de palomera.Allí, en un cuarto sin techo de unos 3 metros cuadrados, tirado en un colchón, desnudo y rodeado de cubos donde hacía sus necesidades, estaba Carlos, de 59 años. Se encontraba en un estado de salud e higiene lamentables, y no tenía acceso a ningún otro espacio de la casa, ni siquiera al aseo.Al trasladarle al hospital, descubren que lleva 20 años sin recibir atención médica pese a necesitarla, desde 1996. No saben cuánto tiempo llevaba encerrado en ese cuarto.sus dos hermanos han sido puestos en libertad con cargos. Se les imputan delitos contra la integridad moral, de malos tratos en el ámbito familiar y detención ilegal.