Se cumplen 25 años del atentado de ETA en la casa cuartel de Vic.

Una rampa de acceso es lo único que se conserva hoy, 25 años después, de la casa cuartel de la...

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Una rampa de acceso es lo único que se conserva hoy, 25 años después, de la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic (Barcelona) que sufrió el segundo atentado terrorista de ETA con más víctimas después del perpetrado en Hipercor. Sobre esa pendiente el comando Barcelona de entonces un vehículo cargado con 200 kilogramos de amonal para detonarlo en el patio interior.  Eran las siete de la tarde, hora de juegos infantiles, de un miércoles 29 de mayo de 1991. El resultado de su barbarie: diez muertos, cinco de ellos menores de edad de entre 8 y 17 años, y más de 40 heridos.   Desde noviembre de 2013, el único responsable vivo y juzgado por el ataque, Juan José Zubieta, se encuentra en libertad, tras ser excarcelado por la aplicación de la doctrina Parot, dos décadas después de su condena a 1.311 años de prisión. Según la sentencia, junto a él estaban otros dos terroristas, Juan Félix Erezuma y Joan Carles Monteagudo, abatidos en el tiroteo con las fuerzas policiales en una casa de Lliçà d'Amunt donde fueron sorprendidos un día después de la matanza. La que supuso un antes y un después en la sociedad y clase política catalana por su condena unánime y rechazo total a ETA, obsesionada entonces con bañar de sangre Cataluña un año antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona.

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