Sanidad

La vacunación sin cita previa para los rezagados supera expectativas

Casi 10.000 gallegos aprovecharon ayer el primer día de campaña para inocularse

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Vacunación en la Cidade da Cultura MIGUEL MUÑIZ

Ántar Vidal

La inmunidad total como objetivo. Para ello, la Xunta abrió el sábado la puerta a vacunarse a todo aquel que no lo estuviera hasta el momento: con tan solo la tarjeta del Sergas, el NIE o el certificado de empadronamiento, los gallegos o residentes en Galicia pueden acercarse a cualquier centro de vacunación sin necesidad de tener concertada una cita . Un total de 9.627 personas se inocularon ayer aprovechando el primer día de esta campaña. De ellos, 6.887 no tenían cita y 2.740 sí. Concretamente, tres cuartas partes de las personas que se vacunaron el sábado por primera vez acudieron a los puntos de vacunación gallegos sin cita.

Aunque se pudiera presuponer lo contrario, los centros de vacunación acogieron a mucha más gente que no disponía de ninguna dosis de la que cabría imaginar: « Hay más gente de la que pensábamos sin cita previa », aseguraba con sorpresa Paula Boga, una de las coordinadoras del centro del área de Santiago en la Cidade da Cultura y Supervisora de Medicina Preventiva del CHUS. Con todo, tampoco estaban « abrumados », porque señaló que tenían «capacidad para atender a muchas más personas» de las que habían llegado. Según en Sergas, en la Cidade de Cultura se vacunaron 1.081 personas, de las que 640 no tenían cita.

La cola allí la formaban centenares de personas: mientras que en la fila de personas que sí había sido citada había, sobre todo, jóvenes, el perfil de los que esperaban para registrarse sin cita era más heterogéneo, así como las causas que los habían llevado hasta allí.

Esperando estaban varios extranjeros , como el caso del matrimonio conformado por Franco Sortino y Marvelia Antiveros: él, italiano; ella, venezolana, no habían sido citados debido a la demora de la tramitación de los documentos sanitarios. Como Antiveros está empadronada en Santiago, pudo vacunarse finalmente el sábado.

Boga explicó que muchas de las personas que acudieron en el día de ayer por autocita lo hicieron porque el Sergas no tenía sus datos correctamente. Es el caso de Moisés Méndez: «Me había quedado rezagado por un error, tenían mi teléfono y mi dirección mal», Después de intentar corregir esos datos durante semanas -por edad, tendrían que haberlo vacunado hace tres meses-, no logró su cita .

Gente confinada

Otra circunstancia muy repetida entre los no vacunados es la coincidencia de la cita con una cuarentena. Ya sea por contacto directo o por contagio, los ciudadanos que atraviesan el encierro no pueden salir a vacunarse .

Celia Brandariz, de 15 años, pasó la enfermedad hace tres semanas. Días después de confirmarse su positivo, llegó a su móvil un SMS con su cita: claro, no podía salir a inocularse la vacuna . Ahora, explica su madre, además de a ponerle la primera dosis, van a preguntar si es necesaria una segunda. De hecho, el servicio de autocita está diseñado para personas que recibieron ninguna: «No podemos saber qué vacuna tienen los pacientes. Aquí tenemos Pfizer , pero sí la primera inyección fue con Moderna, no se puede poner», explicó la coordinadora.

En el caso de Chema Martínez, el joven tenía cita para el viernes, «pero por motivos laborales», cuando llegó a las 14.30, ya no ponían la dosis. Por suerte, le «coincidió» bien la apertura de la vacunación sin cita, por lo que solo tuvo que esperar un día para inmunizarse .

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