La juez Diana María Vales, en el centro, junto a trabajadoras del Juzgado Mixto Único de Ortigueira
La juez Diana María Vales, en el centro, junto a trabajadoras del Juzgado Mixto Único de Ortigueira - Miguel Muñiz

El día a día de sus señorías en Ortigueira y A Fonsagrada

Diana Vales y Eladio Prieto explican a ABC el porqué de las cifras de sus juzgados, los dos con menos delitos de España

Santiago Actualizado: Guardar
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En las Rías Altas está el juzgado de España con la menor tasa de litigiosidad penal o, dicho de modo coloquial, el partido judicial cuyos vecinos mejor se comportan. Por cada 100.000 habitantes se dan 35 casos. Todo lo contrario que los marbellíes, que disparan su cifra hasta los 270, o los vigueses, a la cabeza en la Comunidad gallega con 160. La juez Diana María Vales es su responsable desde el pasado mes de abril y, claro, con esas estadísticas es inevitable estar «muy contenta» en el primer destino que asume como titular.

En la montaña lucense —a 130 kilómetros y dos horas de coche— está el juzgado español que menos asuntos penales ingresó en 2015, A Fonsagrada, con 349, lo que tampoco habla mal de sus lugareños.

En perspectiva, el ranking nacional lo lidera Madrid con 412.673. Vigo repite oro en la clasificación autonómica con 54.092 casos. El magistrado Eladio Prieto lo dirige «encantado» desde hace más de un lustro, un tiempo que le ha servido para conocer «en profundidad» una comarca desde la perspectiva de un juez en peligro de extinción, ese al que todos los vecinos conocen por su nombre. Ambos atienden a ABC desde sus despachos.

Más casos en verano

Por las manos de Vales pasan todos los asuntos judiciales de los concellos de Ortigueira, Cariño, Cedeira, Cerdido, Mañón y Moeche, que con la llegada del verano repuntan:«La época estival es más conflictiva. Aumentan, por ejemplo, los temas de drogas y delitos de lesiones por peleas en torno al festival celta. También influye la llegada de turistas, que la gente está más alterada y que sale más. Son municipios que en invierno se vacían. Y se nota. Donde suele haber más conflictos en esa época es en Cedeira, por los pubs y discotecas».

«Los casos más frecuentes en guardias son de violencia de género. Con el festival hay más temas de drogas»
Diana María Vales , titular del Juzgado de Ortigueira

Tras aprobar la oposición en 2012, ha sido juez de adscripción territorial en la provincia de Lugo, lo que suponía estar a disposición de las necesidades que surgieran aquí y allá. En dos años pasó por los juzgados de Sarria, Vilalba y Lugo antes de recalar en Ortigueira, un juzgado «mixto», es decir, que se encarga tanto de asuntos de índole civil (con unas estadísticas similares a la media) como de la vía penal. Los instruye y los juzga, salvo los más graves, que se derivan a Ferrol o a la Audiencia Provincial de La Coruña. También asume los casos de violencia de género, los más frecuentes en sus guardias «permanentes», en las que es preciso dictar órdenes de alejamiento, de protección...

El trabajo en Ortigueira es «en equipo» —compuesto por siete personas, incluida la juez— y la agilidad se debe en buena medida al buen ritmo marcado por dos de las funcionarias más veteranas. Los lunes y los martes toca juicios, los miércoles, trámites ordinarios como resolver recursos. El jueves, Vales toma declaración a investigados y testigos y recibe al forense que realiza las exploraciones. La semana termina —salvo imprevistos— el viernes, jornada reservada para completar trámites. Una urgencia obliga a modificar toda la planificación. «Cualquier día de la semana, a cualquier hora, incluso aunque tenga juicio, cualquier cuestión de guardia tienen preferencia», explica.

Eladio Prieto, a las puertas del Juzgado Mixto de A Fonsagrada, a su cargo desde 2011
Eladio Prieto, a las puertas del Juzgado Mixto de A Fonsagrada, a su cargo desde 2011 - P. AGRELO

Espejo de la sociedad

Cuando en A Fonsagrada, Navia de Suarna, Baleira, Ribeira de Piquín y Negueira de Muñiz necesitan de un juez, recurren a Prieto. Si se le pregunta por qué comanda el juzgado en el que menos casos penales entran, tiene fácil respuesta: «En la zona hubo una emigración muy fuerte, sobre todo a Cataluña, y presenta las características propias de la Galicia interior: despoblación, envejecimiento, escasa industrialización....». El puzzle «genera poco volumen de actividad». Esto no quiere decir, no obstante, que sus seis empleados, incluido Prieto, estén mano sobre mano.

«Los montes abertales dan mucho trabajo al juzgado, pero es bonito analizar en ellos documentos del XIX»
Eladio Prieto , titular del Juzgado de A Fonsagrada

El partido tiene una particularidad, pues recibe numerosos casos relacionados con los montes abertales, una forma de propiedad común contemplada en la ley de derecho civil de Galicia. «Es uno de los temas que más trabajo da en el juzgado, pero es bonito porque te obliga a analizar documentos del siglo XIX y ver cómo era la sociedad de la época y los cambios ocurridos». En su estudio encuentra curiosidades y detalles como el derecho de aprovechamiento de las aguas de un determinado molino los martes y jueves o la hipoteca de un celeiro para almacenar el grano porque el hijo del dueño recibía la dote de la familia de la novia al casarse y lo hipotecaba en garantía de devolución.

También en su caso el verano conlleva un repunte de actividad. Desde el que regresa de Suiza, Francia y Barcelona y encuentra que «el vecino le ha metido las vacas en su finca» hasta papeleo ordinario en el registro civil.

Prieto pasó por Monforte de Lemos antes de hacerse con A Fonsagrada, lo que le permite ver que «hay una correspondencia entre los casos que llegan al juzgado y las características de la sociedad en la que está. Lo que puede suceder en una gran ciudad o en una capital de provincia, no se suele dar aquí». En Monforte, por ejemplo, proliferan los asuntos relacionados con la actividad industrial y mercantil o pleitos por problemas derivados de alquileres de piso casi ausentes en AFonsagrada.

«Este es un buen destino para un juez desde el punto de vista de las relaciones humanas», apunta Prieto, que defiende la vigente división de partidos:«Aunque se diga que tienen una carga de trabajo pequeña, cumplen una función social muy importante».

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