Coronavirus Galicia

Seis series de la TVG para recuperar durante el estado de alarma

La televisión autonómica abre sus archivos y pone a disposición de los usuarios de su web las ficciones más reconocidas de sus 35 años de historia

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Luis Tosar e Isabel Blanco, en una imagen promocional de «Mareas Vivas» TVG/CEDIDA

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No todo va a ser Netflix y HBO en esta cuarentena que tiene a la población recluída en sus casas. La ficción gallega, en sus múltiples modalidades, también existe y se ofrece al espectador a través de la web enserie.gal de manera completamente gratuita para echar un vistazo a la nostalgia colectiva o revisar si alguna de las producciones más recientes se nos pasó por alto. Tiempo sobrado hay para sentarse en el sofá y bucear en un portal «que llevaba varios años funcionando pero que se ha hecho más visible ahora y cobra un valor tremendo en la actual situación», explica Rosa Vilas, adjunta a la dirección general de la CRTVG.

La principal novedad es que en el portal se localiza íntegra «A Estiba» , después de que en un principio solo se fuera colgando el capítulo emitido por TVG esa semana y por un tiempo limitado de cuatro días. La serie, que también emite Netflix para todo el mundo, es el reclamo para asomarse a un catálogo de 34 productos de ficción, es decir, todas sobre las que la televisión autonómica posee derechos a día de hoy, y con el ambicioso objetivo a medio plazo de incorporar una opción de catálogo de cine, en el que la autonómica «está trabajando». Es un viaje por la evolución del sector en Galicia, desde productos costumbristas hasta series de género policíaco y de acción.

«La ficción en la TVG es marca, referente, una seña de identidad de la casa y lo seguirá siendo» , apunta Vilas, «y al mismo tiempo es el motor de un sector potentísimo, nuestro audiovisual, que ahora se ha hecho visible en cualquiera de las plataformas de referencia, con productos hechos por gallegos, en la parte técnica, en guión y frente a la cámara», que en su opinión ha llevado a que estemos viviendo «la edad de oro de la ficción» hecha en Galicia. La directiva pone como ejemplo «O sabor das margaridas», una serie de TVG «para la que Netflix ha pedido una segunda temporada porque ha sido la más vista en lengua no inglesa en el Reino Unido».

Con todo este bagaje, ABC propone revisitar los archivos de la TVG con siete series para esta cuarentena obligatoria, desde clásicos de la memoria colectiva de Galicia hasta otras pioneras en temáticas y desarrollos.

«Mareas vivas»

A ningún gallego de más de 30 años hay que explicarle qué fue «Mareas vivas», la serie creada por Antón Reixa y que se emitió entre 1998 y 2002, con más de 145 episodios. «Está en la memoria de todos los gallegos de una generación, es la primera gran serie que yo recuerdo» , comenta Vilas. Era la historia de una villa marinera inventada, la ya mítica Portozás —cuyos exteriores pertenecían al concello de Laxe— por la que desfilaba un amplísimo elenco de personajes, con Luís Tosar e Isabel Blanco como los rostros que la mayoría recuerda —la relación entre el juez Andrés Domínguez y su casera María— además del simpar Petroleo de Luis Zahera o la Pitusa de Ana Santos. Pero Tosar apenas participó en cuarenta capítulos, curiosamente, tiempo suficiente para convertirse en el rostro que muchos asocian a esta serie.

Fue novedosa en su puesta en escena, ya que los protagonistas no ocultaban un gallego con variante dialectal de la Costa da Morte, con sus particularidades, prestigiando y visibilizando que no había una única forma de hablar la lengua propia. Y la surtida panoplia de personajes «permitía que el espectador se pudiera identificar con cualquiera de ellos». «Mareas vivas» es «muy divertida, a los que la hayan visto ya les gustará regresar a Portozás porque les traerá recuerdos de cuando la televisión se consumía en familia, y esta es sin duda para ver todos juntos». Una serie que alcanzó shares del 50% es para tomársela en serio.

«Pratos combinados»

«Probablemente Pratos y Mareas sean el buque insignia, las dos series que han quedado grabadas en la memoria colectiva de la audiencia de Galicia», reflexiona Rosa Vilas. Esta veteranísima sitcom creada por Xosé Cermeño produjo 235 episodios en las 16 temporadas que permaneció en antena (1995-2006), aunque por las redifusiones que tuvo a lo largo de los años pudieran parecer que superaron los mil. Y entre una y otra fabricaron una escuela de actores y actrices que coparon series y películas dentro y fuera de España. Intérpretes como Ernesto Chao, Miguel de Lira, Mabel Rivera, Morris, María Castro, Sergio Pazos, Cristina Castaño, Martiño Rivas, Manuel Manquiña, Teté Delgado, María Carballal, Carlos Blanco o Celso Bugallo se asomaron a alguna de estas dos series. «Son una generación de matrícula de honor».

Tampoco hay mucho que explicarle a cualquier gallego de mediana edad sobre el argumento de «Pratos combinados», las andanzas de Milo Pereira y Balbina Santos, los regentes del Bar Suizo por el que pasaban desde el cuñado Antón hasta la abuela Carmen, pasando por el repartidor Paspallás o el padre Nicanor. Humor costumbrista, desenfadado, de andar por casa, honesto.

«Padre Casares»

A Berlín, es decir, al actor vigués Pedro Alonso, muchos en Galicia lo recuerdan con sotana antes de que torciera su camino y se dedicara a atracar la fábrica de la moneda y timbre. E incluso los que echan la memoria un poco más atrás, como el villano de «Rías Baixas». Pero sus tribulaciones como Horacio Casares acabaron por catapultar al intérprete gallego al escenario nacional en esta ficción creada por Ramón Campos con 232 episodios repartidos en 16 temporadas, si bien Alonso solo participó en la mitad de ellos.

Casares es llamado por el obispo para cubrir la jubilación de Don Crisanto, el cura de la ficticia Louredo. Y el jóven sacerdote, que en realidad ambicionaba irse a Ruanda a las misiones, se ve en su Galicia natal lidiando con los vecinos, entre ellos el alcalde republicano Edelmiro Ferreira, otras de las deliciosas creaciones de Morris. Para TVG fue también una serie pionera «porque fue la primera de la que vendimos el formato a otras cadenas autonómicas» . La ficción fue replicada en Andalucía y en Valencia, con tramas y actores propios. «Era novedosa por hacer algo con la Iglesia, fue un riesgo para guionistas y prductores porque no era algo habitual y suponía poder pisar algún callo», admite Vilas, «pero al final resultó todo lo contrario, fue un tratamiento muy divertido, muy tierno, y que llegó a la audiencia».

«Libro de familia»

«"Libro" es como nuestro "Cuéntame", pero por descontado que sin el presupuesto de "Cuéntame"» , lo sintetiza Rosa Vilas. Se trata de la ficción gallega más longeva de la historia, creada por José María Besteiro y con casi trescientas entregas a lo largo de diez temporadas (2005-2013). Retrata una Galicia de los años sesenta en el ficticio pueblo de Santalla, donde tienen lugar las cuitas entre los Cabanas, labregos de toda la vida y propietarios de una tienda de ultramarinos, y los Freire, caciques acaudalados tras hacer fortuna en la emigración.

«Tanto "Libro" como «As leis de Celavella" ofrecen una visión de cómo hemos ambiado, y ambas hechas con una factura impecable, muy bien fotografiadas y producidas con enorme mimo». En una y otra Vilas ejemplifica cómo las productoras supieron ajustar presupuestos cuando llegó la crisis. «En 2009, cuando nos hacemos cargo de la CRTVG, hubo que hacer un replanteamiento de todo, con una reducción de presupuestos, y las productoras hicieron ese esfuerzo para seguir realizando series con costes más que ajustados, estrechando márgenes sin que eso se notara en la pantalla». Para quien pregunte, «con lo que cuesta un único episodio de "Cuéntame" se paga toda una temporada de "Libro de familia" o "Serramoura"» , una de las ficciones más recientes de la autonómica.

Y precisamente «ese logro de envolver buenas historias en un diseño de producción de calidad y con unos márgenes presupuestarios muy ajustados fue lo que hizo a nuestas series competitivas de cara al exterior». El tijeretazo «que fue traumático al principio» acabó por ser una ayuda «para que ahora ofrezcamos ficciones a Amazon, HBO o Netflix de calidad y una factura impecable» , y con unos costes que no tienen comparación con las series nacionales.

«Matalobos»

Por primera vez, Televisión de Galicia se atrevía a abordar un tema que parecía tabú, el problema del narcotráfico. «Es uno de nuestros referentes de los últimos años», subraya Rosa Vilas, «y demuestra cómo nos anticipamos a otras series que vinieron después sobre este mismo tema». «Tocamos el tema y lo hicimos sin maquillaje, no era una serie blanca sino que mostraba el narcotráfico con toda su crudeza y violencia, resultó una serie por momentos dura pero que tuvo el respaldo de la audiencia , logrando grandes datos de share» y llevándose el Mestre Mateo a la mejor serie durante tres años consecutivos.

«Matalobos», desarrollada por Carlos Portela, José Antonio Rubio y Victoriano Sierra, tuvo 89 episodios en cinco temporadas (2009-2013), y contaba la historia de Carmelo Matalobos y su clan familiar de narcotraficantes radicado en la —de nuevo inexistente— Sardiñeira, así como de la fiscal Olaia Mosteiro y la teniente Eva Seijas que va tras su pista para desarticularlo.

«Los guiones eran muy buenos, pero si algo he aprendido es que una serie debe ser una conjunción de elementos», asegura Vilas, «puedes darle un guión magnífico a alguien y que te lo destroce con un casting horroroso o un rodaje chapucero, y aquí fue todo lo contrario, la dirección de producción era excelente, el guión también muy bueno y Luis Iglesias será siempre recordado como Carmelo Matalobos» .

«Serramoura»

La TVG se había atrevido con la intriga y la acción en «Matalobos» y siguió ese camino con «Serramoura», ficción todavía en emisión «y de la que falta por emitir su última temporada», avisa la directiva de la corporación. «Es otro de nuestros éxitos en esta época reciente, una serie que gustó mucho a la gente joven , ese público tan infiel que en ocasiones escapa de la televisión convencional y va a las plataformas en busca de contenidos». Si «Mareas» y «Pratos» fueron el escaparate de una generación de intérpretes, «Serramoura» y «Matalobos» lo ha sido de la que la sucedió, con nombres ya habituales para el público gallego como Monti Castiñeiras, Isabel Naveira, Lucía Regueiro, Miguel Ángel Blanco, Alfonso Agra o Antonio Mourelos, muchos de ellos con apariciones de relevancia en series estatales.

Hasta el momento, esta ficción creada por Alberto Guntín, Victoriano Sierra y Xosé Morais acumula 144 episodios en sus nueve temporadas, a falta de emitir la última. La trama se desencadena a partir de la aparición del cadáver brutalmente asesinado de una vecina de la localidad de Serramoura, Mónica Triáns. Y como una suerte de Laura Palmer, el investigador Diego Bazán deberá dar con su asesino en un municipio marcado por las rivalidades entre los Fiuza y los Soutelo y un secreto que nadie conoce.

«Serramoura» enfila su recta final . ¿Y cómo se mata una serie? «Tras muchas horas de escuchr a gente y después de hacer un análisis de la audiencia», confiesa Vilas, «si ves que semana a semana va retrocediendo levemente en audiencia, igual hay que replantearse matarla. Pero el problema es que mientras tú estás emitiéndola se está rodando la siguiente temporada, es una situación muy compleja». Normalmente la cadena y los guionistas «lo solemos consensuar» y por eso «todo el mundo prefiere darles punto final en un punto bueno y que se diluya».

Mientras ese momento llega, hay margen para, cuarentena mediante, darse un atracón del lacón con grelos catódico que son las series hechas desde Galicia.

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