El PP gallego no se cierra a reformar el Estatuto pero duda de que los partidos alcancen el «consenso» necesario

Los nacionalistas gallegos han aprovechado la inminente conmemoración del 86 aniversario de la aprobación del Estatuto de autonomía de Galicia de 1936 para volver poner sobre la mesa la necesidad de reformar el de 1981, el que está actualmente en vigor. Un viejo debate que de vez en cuando la oposición saca del cajón —el BNG, pero también el PSdeG con más o menos efusividad—. Y se han vuelto a encontrar con el escepticismo, que no la negativa, de los populares gallegos , grupo con mayoría absoluta el Parlamento.

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, eligió las puertas de la Facultad de Medicina de Santiago, edificio emblemático donde se aprobó el documento definitivo sometido a plebiscito en junio de 1936 –que el golpe militar abortaría un mes después–, para anunciar que el Bloque registrará la activación del proceso recogido en el Estatuto para su reforma . Los nacionalistas pretenden dotar a Galicia de un nuevo marco que le reconozca como nación y le otorgue «más poder político y económico» y «romper con el centralismo» y la «dependencia» del Estado. «No tenemos miedo a tener más poder político, porque cuando deciden desde Madrid, muchas veces deciden contra nosotros», incidió la portavoz nacionalista. «La llave del futuro es tener capacidad en cuestiones como la financiación, fiscalidad, energía o costas», agregó.

Los socialistas, por su parte, también quieren adaptar el Estatuto «a la Galicia del siglo XXI» , según explicó a los medios su secretario general, Valentín González Formoso. El líder del PSdeG se decantó también un lugar simbólico para posicionarse: la iglesia compostelana de Santo Domingo de Bonaval, frente al panteón de Castelao, uno de los intelectuales impulsores de aquel primer Estatuto. Allí, según recogió Europa Press, Formoso reclamó la apertura de una mesa de diálogo para reformular el Estatuto . Quieren que la norma dote a Galicia de la capacidad de promulgar decretos para situaciones que requieren medidas urgentes, como ha ocurrido, por ejemplo, durante la pandemia. «Galicia no puede responder con flexibilidad y agilidad a este escenario complejo porque no tuvo la capacidad de reformar su Estatuto», argumentó el líder del PSdeG. Por eso, emplazó a PP y BNG a sentarse para abordar la remodelación del marco estatutario.

Y es que, al contar con al menos una quinta parte de la representación parlamentaria, el BNG, con 19 diputados, puede impulsar el proceso de reforma, pero no aprobar el nuevo marco normativo. Para ello se necesita el voto a favor de dos tercios de la Cámara, además de pasar por las Cortes antes de someter la norma a referéndum. Y por eso, el apoyo del PP es condición indispensable para cualquier maniobra en este sentido. Este lunes, ante la insistencia de la oposición, la respuesta de los populares ha sido la habitual de otras ocasiones sobre este mismo asunto. El PP gallego no se cierra a una «reflexión» sobre su posible reforma , pero tiene serias dudas de que los tres partidos del arco parlamentario autonómico puedan alcanzar «un consenso» para ello.

Los populares gallegos, por boca de su viceportavoz, Alberto Pazos Couñago, recordó que durante el gobierno bipartido de la Xunta ya había habido «una intentona fallida» de reforma «por las discrepancias» entre el PSdeG y el BNG. A día de hoy, no han recibido ninguna propuesta concreta. En todo caso, para el PP, Galicia tiene problemas «bastante más acuciantes» que la reforma de su Estatuto .