Patrullas de tres y armas largas por la apertura de la Puerta Santa

La apertura de la Puerta Santa que inauguró el pasado domingo el Jubileo de la Misericordia trajo de la mano un notable incremento en las medidas de seguridad en torno a la Catedral de Santiago. En alerta de nivel 4 por riesgo de ataque terrorista, las inmediaciones de la basílica están controladas desde hace días por un subgrupo de la Unidad de Intervención Policial que refuerza la seguridad a pie de templo y también en los principales accesos a la ciudad. Según fuentes consultadas por ABC, las órdenes recibidas superan las medidas habituales en un Año Santo. Las principales modificaciones en este sentido pasan por que los agentes realicen patrullas callejeras a tres y porten un arma larga que no contemplaban los protocolos policiales de años previos.

Es el resultado de elevar un punto el sistema de vigilancia, con especial atención a posibles ataques yihadistas.

Entre los cometidos de estos efectivos está el control aleatorio de las mochilas con las que algunos ciudadanos acceden al templo, además de identificaciones esporádicas en caso de que así lo consideren si se topan con un individuo que pueda ser sospechoso, siempre centrados en la alerta por terrorismo. En este caso, además de registran sus pertenencias y someterlos a un cacheo, los agentes de la UIP cruzan los datos del sospechoso con las bases de la Policía para descartar posibles amenazas.

La seguridad en las inmediaciones del templo compostelano también depende de las unidades de guías caninos que con cierta periodicidad recorren la zona para asegurarse de que no existe peligro de explosivos. Al margen del entorno de la Catedral, los agentes que conforman este subgrupo de la UIP también realizan vigilancias intensivas en los accesos a la ciudad por carretera y en los principales lugares de paso, caso de la estación de ferrocarril, de la de tren o del aeropuerto.

Puntos calientes

En estos puntos calientes los despliegues y protocolos son los mismo, por lo que cualquier persona sospechosa puede ser identificada. Con medio centenar de plazas de policía sin cubrir, los efectivos destinados en la capital gallega exigen que estas unidades se mantengan mientras dure la alerta de nivel 4 para poder garantizar la seguridad de una ciudad que cada día recibe a miles de turistas y peregrinos.