El alcalde de Santiago, Martiño Noriega
El alcalde de Santiago, Martiño Noriega - Miguel Muñiz

La oposición critica el modelo de ayudas «a dedo» de Martiño Noriega

PP y BNG afean el incremento en las subvenciones de carácter nominativo y lo acusan de «falta de estética» y «discrecionalidad»

Santiago Actualizado: Guardar
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Continúa la polémica en la capital gallega por la negociación de los prespuestos municipales para 2016. La información publicada este lunes por ABC, en la que se desgranaba la concesión de subvenciones a asociaciones en las que concejales de Compostela Aberta (CA) habían tenido cargos de responsabilidad, desató ayer las reacciones de los grupos, que se encuentran inmersos en un proceso de reuniones para sacar adelante las cuentas.

Desde la oposición, los grupos de PP y BNG coinciden en criticar el modelo de subvenciones «a dedo» que esbozan los borradores facilitados por el momento por el equipo que lidera Martiño Noriega. En este sentido, el portavoz nacionalista, Rubén Cela —que estuvo próximo a integrarse en el gobierno municipal— critica que «se van a conceder más subvenciones nominativas en porcentaje al total del presupuesto que nunca».

«Es curioso que un alcalde que llegó al cargo predicando con la transparencia y la participación común para la toma de decisiones insista en un modelo de concesión de ayudas que supone justamente lo contrario», recalca Cela. En un sentido similar se pronuncia el líder de la oposición, el popular Agustín Hernández, que se pregunta si «no eran ellos los que venían para regenerar la vida pública y hacer política de una forma diferente».

Populares y nacionalistas comparten diagnóstico de la situación que se vive en la ciudad, y comparten también solución. Ambos se muestran conscientes de que sería contraproducente una disminución drástica de las subvenciones nominales y de que hay instituciones que deben recibir ayudas por esta vía, pero apuestan por un cambio progresivo en el modelo de concesión de ayudas. Para ellos, lo ideal pasaría por encaminarse a disminuir la partida destinada a este tipo para aumentar aquellas que se otorgan en modelo de concurrencia, de modo que se garantice la publicidad del proceso y las garantías de unos criterios «medibles y objetivables» para garantizar el buen uso de los fondos públicos.

«Arbitrariedad»

Sobre la información publicada por este periódico en relación a los vínculos de ciertas entidades con los ediles, Hernández se mostró especialmente crítico con Manuel Dios, responsable del área de Educación e Cidadanía, con el que también comparte pleno en la Diputación de La Coruña. «Muchas veces tenemos que soportar que el diputado de Alternativa dos Veciños de Oleiros nos insulte personalmente y tache al PP de ‘caciques’ por haber concedido subvenciones nominativas, y vemos cómo el señor Dios lo aplaude para luego concedérselas a un Seminario que dirigió durante años», espetó y continuó apuntando que «estas actitudes pecan de falta de estética, e incluso casi de ética». «Yo soy ingeniero de caminos y no se me ocurriría aumentar una subvención al Colegio, aunque pudiese estar justificado con un buen proyecto que lo amparase». Más comedido fue en la crítica Cela, que se limitó a apuntar que «la arbitrariedad y discrecionalidad es uno de los problemas de este modelo que CA no ha hecho ni amago de cambiar». Por su parte, desde el equipo ejecutivo de Raxoi se sigue defendiendo su propuesta de ayudas, y se escudan en que las cuantías que señala ABC cumplen con proyectos de atención social.

Mientras tanto, la oposición insiste en el reproche de falta de información y de un documento completo con las cuentas. «Es insólito que se nos advierta para que no bloqueemos las negociaciones. Estamos a finales de enero y solo tenemos el borrador de un anteproyecto. La pelota está en el tejado de CA, no en el nuestro», zanja Cela.

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