Entrevista a Lara Méndez, alcaldesa de Lugo

«No es justo que Besteiro y Orozco hayan renunciado por unas causas abiertas sine die»

«No temo una moción de censura. Queremos ejecutar las cuentas y usaremos todos los instrumentos posibles», apunta la regidora tras convocar una cuestión de confianza vinculada a la aprobación del presupuesto municipal

Lara Méndez, en conversación con ABC MIGUEL MUÑIZ
Zoraida Rial

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Apenas dos años y medio después de acceder a la alcaldía del Concello de Lugo, Lara Méndez (Suiza, 1972) atraviesa en la actualidad uno de los momentos más convulsos de su mandato. La regidora socialista recibe a ABC en su despacho horas antes de oficializar que convocará una moción de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos de 2018. La decisión llega después de que los cinco grupos de la oposición rechazasen por segundo año consecutivo apoyar las cuentas elaboradas por el equipo de gobierno.

¿Qué balance realiza de estos dos años al frente del Concello?

El balance tiene que ser positivo. Lo que hicimos en estos dos primeros años es asentar las bases de nuestro modelo de ciudad. Se inició un nuevo proceso de captación de fondos europeos y conseguimos 22 millones de euros. Visualizamos el efecto práctico que van a tener para la ciudad y vemos que van a seguir transformando Lugo en campos como las nuevas tecnologías o la smart city. Además pensamos seguir con las peatonalizaciones y queremos extender el trabajo iniciado por los gobiernos anteriores a los barrios. Habiendo errores, que siempre los hay, el balance es positivo.

Partidos de izquierdas que en su día apoyaron su investidura como Lugonovo o BNG ahora son críticos con su gestión y han rechazado aprobar sus cuentas, ¿está en su momento más difícil desde que llegó a la alcaldía?

No. El otro día en el pleno dije que había sido un año difícil porque la falta de presupuestos te limita mucho a la hora de poder ejecutar y plasmar ese modelo de ciudad. Cuando uno tiene claro lo que quiere y no tiene los instrumentos para poder ejecutarlo tiene esa sensación de impotencia por no poder ser tan ágiles como quisiéramos. En nuestro caso, la gestión de la pluralidad también es más compleja que en otros concellos. No es igual tener dos interlocutores en la oposición que tener cinco, como tenemos nosotros. En el caso de BNG o Lugonovo, siendo grupos de izquierda que nos dieron su respaldo para la investidura, eso no significa que no tengamos diferencias. Somos fuerzas políticas distintas y siempre vamos a llegar a más acuerdos por una cuestión ideológica o programática, pero somos partidos distintos; y, sobre los presupuestos, al igual que cada uno tiene su modelo de ciudad, cada uno querría plasmarlo en su propio ejercicio presupuestario.

Ya ha anunciado que no tendrá reparos en convocar una cuestión de confianza para sacar adelante las cuentas...

Yo voy a anteponer siempre los intereses de la ciudad de Lugo y los intereses de la ciudadanía antes que cualquier otro interés ni personal ni partidista. Por lo tanto, haciendo uso de esa responsabilidad, que creo que me compete. Entiendo que la ciudad no puede estar un año más sin presupuestos, así que lo vincularé a una cuestión de confianza para que los grupos, si lo estiman oportuno, nos den esa confianza de poder ejecutar lo que es nuestro presupuesto.

¿Teme que la cuestión de confianza no prospere y que eso acabe dando alas a los partidos de la oposición para negociar un gobierno alternativo en el plazo que se abriría?

No, porque si no, no lo haría. Esa posibilidad existe siempre. Hubo quien ya intentó poner encima la mesa una moción de censura. En los gobiernos plurales que nos toca vivir esa una de las alternativas que hay. Eso nunca nos va a alejar de seguir trabajando por la ciudad de Lugo. Queremos ejecutar nuestro presupuesto y utilizaré todos los instrumentos que me facilite la administración.

¿Cree necesario modificar la ley para favorecer la gobernabilidad de ayuntamientos tan fragmentados como este y evitar eso que algunos califican de «dictadura de la minoría»?

Es cierto que cuando estamos en el gobierno queremos autonomía para ejecutar nuestras políticas y cuando estamos en la oposición queremos poder participar, pero creo que hay muchas formas para participar sin bloquear el desarrollo de una ciudad. El presupuesto es el instrumento más importante que tenemos porque nos permite dinamizar la ciudad. Puedes hacer oposición manifestando que estás en contra de un proyecto, de una opinión, de un modelo, pero no impidiendo el desarrollo de una ciudad.

¿Le recomendaría entonces a los grupos socialistas del resto de ciudades que votasen a favor de las cuentas municipales en sus respectivos concellos?

Sí, aunque a veces no se comparte una determinada filosofía y cuesta estar de acuerdo. Creo que desde los grupos socialistas a veces cuesta estar de acuerdo porque muchas veces se llegan a acuerdos plenarios que no se reflejan en los presupuestos. No sé si en otras ciudades los gobiernos tienen la capacidad de incorporar en sus presupuestos las propuestas de otros grupos. Nosotros la tenemos y por lo tanto pedimos esa corresponsabilidad.

¿Sigue con la ilusión y la intención de repetir como candidata del PSdeG a la alcaldía de Lugo en las próximas elecciones locales?

La ilusión, toda. Las ganas de ver cómo se materializan los proyectos que hemos iniciado, todas. Tengo que tener la confianza de mis compañeros de partido porque tenemos nuestro proceso de elección de candidatos, pero espero tener ese compromiso y ese apoyo de los compañeros porque mi ilusión es toda y tengo muchísimas ganas de afrontar un segundo mandato al frente del Concello de Lugo.

Hace unos meses Gonzalo Caballero tomaba las riendas del PSdeG. ¿Qué deben hacer él y su nueva dirección para recuperar el espacio electoral perdido en las ciudades?

El proceso de renovación que iniciamos a nivel federal, gallego y provincial supone tener una estructura de partido, que es algo importantísimo para poder volver a marcar directrices y recuperar esa confianza en la ciudadanía. ¿Qué le pido a la nueva dirección? Compromiso, ilusión y trabajo, que sé que lo tienen y, una vez conformadas todas las estructuras para tener implantación en nuestro territorio, trabajar a destajo en los próximos comicios que son los nuestros, los municipales, para seguir afianzando el PSdeG en los concellos y las alcaldías.

En los nuevos órganos de dirección del PSdeG solo hay una representante del Concello de Lugo, ¿echa en falta más representación de la ciudad?

A todos nos gusta ver a nuestros compañeros y compañeras en los órganos de dirección. Si hay seis queremos ocho y si hay ocho queremos diez. Pero tenemos un número importante de personas de la provincia, está Ana Prieto [concejala de Economía], está Luís Álvarez, que es nuestro secretario general local, y son dos personas que harán un trabajo importante, por lo que estamos bien representados por los compañeros que conforman la ejecutiva de Gonzalo.

A la luz de algunos cruces de acusaciones vividos en los procesos de primarias provinciales, hay algunos miembros de su partido que han dicho que quizás la formación «no está preparada» aún para este tipo de procesos, ¿comparte esta reflexión?

Los procesos de primarias lo que ponen de manifiesto son distintos proyectos políticos. Yo nunca voy a compartir las descalificaciones personales, pero aunque haya perspectivas distintas del modelo de partido tenemos que acostumbrarnos a estos procesos, y entender que en campaña se pueden visualizar distintos proyectos, pero en el momento de la celebración del congreso se tiene que visualizar la unidad del partido y apoyar al secretario general elegido por los militantes.

¿Mantiene relación con el exsecretario general del PSdeG José Ramón Gómez Besteiro?

Mantengo relación con todos los compañeros, y más cuando fueron personas muy importantes para el desarrollo de nuestro partido. El compañero Besteiro fue un pilar importante en el gobierno del exalcalde Orozco, fue presidente de la Diputación de Lugo, en donde realizó un cambio de 180 grados a una administración cerrada y alejada de la ciudadanía, y fue el secretario general de todos los socialistas. Le reconozco trabajo, mérito, esfuerzo y la ilusión de transformar nuestra sociedad. Si no fuera por los procesos judiciales habría sido nuestro candidato a la Xunta.

¿Le gustaría que volviese a la primera línea?

A mí me gusta que esté todo el mundo que tenga ganas de trabajar y de luchar por el partido y por la sociedad. Por lo tanto, como tal, me gustaría que estuvieran él y muchos otros compañeros. En todo caso, al final no es una decisión mía, sino una decisión personal, de él decidir si quiere volver o no a la primera línea.

¿Cree que podría volver a ocupar cargos de relevancia pese a sus diez imputaciones?

En la condición en la que está ahora mismo, él mismo no va a dar ese primer paso, porque si no, no hubiera dado un paso atrás. Cuando dio un paso atrás lo dio pensando en su partido, en la sociedad gallega. Fue una decisión personal que le honra porque él primó todo por encima del interés personal.

Tanto Besteiro como Orozco acabaron dimitiendo por casos instruidos por la misma jueza que también la ha imputado a usted por un presunto delito de malversación —por retrasar presuntamente la ejecución de una sentencia en materia de personal—, ¿qué pasa en el juzgado de instrucción número 1 de Lugo?

En mi caso sí es chocante y llama la atención que un conflicto laboral pueda acabar por la vía penal. También es llamativo que sea por una cuestión de aplicación de plazos, cuando ya se ejecutó la sentencia, o que se me cite a declarar a cinco meses vista. Llama poderosamente la atención. En todo caso, tengo claro también que seguiremos trabajando a favor de la ciudad de Lugo y si en algún momento creo que puedo ser un estorbo para el partido o para la ciudad haré como han hecho mis compañeros, siempre primando la sociedad antes que cualquier otra cosa.

¿Teme que si continúa imputada le pase factura como le ocurrió a Orozco?

No temo en absoluto porque creo que el ejercicio de la función pública es asumir responsabilidades y si desgraciadamente en la ciudad de Lugo eso implica asumir otro tipo de responsabilidades, pues se asumen, con total normalidad. Y si en un momento dado tengo que dar un paso atrás porque crea que le pueda hacer daño a la ciudad de Lugo, a la sociedad de Lugo, daré un paso atrás. Por lo tanto, ¿temer? En absoluto. ¿Que no es justo? No. ¿Que no es justo que tuviera que renunciar Orozco porque hay unas investigaciones abiertas sine die? No, no es justo. ¿Que no es justo que tuviera que renunciar el señor Besteiro por tener unos procesos abiertos sine die? No, no es justo. ¿No es justo que otros muchos compañeros después el tiempo les haya dado la razón pero tuvieran unos daños que eran irreparables para ellos? No, no es justo. Ahora, entiendo que estamos aquí para transformar la sociedad, y cuando no podamos ejercer ese trabajo en plenitud yo daría un paso atrás y no tendría ningún problema.

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