CONSTRUCCIÓN

La misión de poner cerco al amianto

La Xunta repartirá 6.000 manuales para alertar de los riesgos de su manipulación

Operarios de una empresa especializada retirando un tejado de uralita ABC
Natalia Sequeiro

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Cubiertas para los tejados, tuberías, canalizaciones, revestimientos de fachadas, falsos techos, tabiques divisorios y rellenos de calderas o calefacciones. Estos son algunos de los múltiples productos con amianto que desde los años 40 hasta su prohibición en 2002 se han utilizado indiscriminadamente en la construcción. Las propiedades aislantes de este mineral lo convirtieron en un magnífico material para la edificación. Pero el amianto puede ser mortífero. La inhalación de sus partículas provoca cáncer de pulmón.

En Galicia no existe un registro oficial de cuántos inmuebles pueden quedar todavía con este material, pero según los datos del Insituto Nacional de Estadística, entre 1940 y 2001, se levantaron en la Comunidad casi medio millón de edificios destinados a viviendas. Si no se manipula no existe peligro, pero en las obras de demolición o rehabilitación hay que extremar precauciones.

Desde el año 2006, está prohibido manipular el amianto sin un plan de trabajo aprobado por la autoridad laboral y sólo pueden hacerlo aquellas compañías que se encuentren inscritas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (Rera). Actualmente hay 654 empresas autorizadas en la Comunidad, que en lo que va de año iniciaron trabajos para 784 obras, el año pasado fueron 2.595 .

Pero todavía en muchas ocasiones se retiran uralitas u otros productos sin la necesaria protección. Consciente del problema, la Consellería de Economía ha presentado la campaña «Alerta Issga, pode haber amianto». El Instituto Galego de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia repartirá 6.000 manuales y 4.000 fichas para llevar a las obras en las que se informa sobre los tipos existentes de materiales con amianto, cómo se debe proceder a su correcta retirada y cuáles son los riesgos que entrañan. En el acto, celebrado en Santiago, la secretaria xeral de Emprego, Covadonga Toca, ha anunciado también que «próximamente» la Xunta publicará un procedimiento con el que facilitar a las empresas la tramitación de la autorización para los trabajos de retirada de amianto de edificios para que sea «más sencillo y ágil».

La campaña está dirigida a empresas y autónomos que, con independencia de que formen parte del RERA, sin tenerlo previsto se puedan encontrar con escenarios en los que tengan que manipular materiales con amianto, informa Economía. Los manuales se repartirán entre profesionales que trabajan en construcción y actividades vinculadas a este sector como albañiles, fontaneros, instaladores, personal de mantenimiento de edificios, pintores o personal que trabaja con calefacciones.

«Todavía hoy en día es fácil ver tirados tejados de fibrocemento (uralita) tirados por cualquier lado» , explica Fernando Sabio, responsable del Gabinete de Saúde Laboral de la CIG. Sabio explica que muchas obras se incumple la normativa poniendo en peligro la salud de los trabajadores. «Subcontratar a una empresa de desamiantado no es barato», explica. El sindicalista, que celebra la campaña de la Xunta, advierte que además de mejorar la formación sería necesario que se incrementasen las inspecciones de trabajo . «Cuando se inicia una obra a los pocos días debería aparecer un inspector para controlar que no hay ningún riesgo, pero las inspecciones tienen un ratio bajísimo», denuncia el responsable de Saúde Laboral de la CIG. Sabio también reclama puntos limpios en los ayuntamientos para que se puedan depositar estos residuos peligrosos para su tratamiento e, incluso subvenciones a los propietarios de inmuebles con pocos recursos.

Juan Rilo, director de Recinor, una empresa que gestiona los residuos de construcción y demoliciones en la comarca de Ferrol explica que en los últimos años ha mejorado sustancialmente la situación. En una zona sensibilizada por los numerosos casos de cáncer por contacto con amianto en los astilleros, en escasas ocasiones reciben ya residuos con restos de amianto . Pero la situación no es igual en toda Galicia. «En las zonas de interior no hay tanta concienciación. Nosotros formamos parte una asociación de recicladores y por lo que nos comentan en otras plantas tienen más problemas», indica. El amianto debe ser depositado, una vez separado, en vertederos autorizados.

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