Feijóo se lanza a por los votantes del PSOE en contra de Podemos

El acto central de ayer del Partido Popular en Galicia estuvo protagonizado por dos líderes que se van a pasar prácticamente el resto del año de campaña. Los presidentes del partido en Galicia y País Vasco, que además de las generales tendrán autonómicas este otoño, se concentraron para afrontar el último tramo de la campaña. Como los mensajes son ya conocidos por todos y la reivindicación de la gestión se da por supuesta, ambos abogaron por dar un toque de humor a sus discursos. El además ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, se tomó con ironía la «propuesta estrella» del regidor de Santiago que expresó el portavoz de la oposición, Agustín Hernández; la de «no entrar en la Catedral».

El exalcalde de Vitoria recordó que «el año pasado llegaron millones de turistas al templo y seguro que ninguno preguntó por el alcalde. Quizá porque no entre él —prosiguió— es la razón de que dentro no haya baches».

Alonso mitineó duro, y pidió un voto para «frenar la radicalidad», pero expresó su propia idea de lo que es la moderación, que entroncó con los valores «propios de los gallegos». Así, reivindicó la cultura del esfuerzo y de que «las cosas se consiguen con trabajo. No nos podemos fiar de los que dicen que nos van a dar un sueldo a cambio de nada, porque no explican cómo se va a pagar, y además no es justo.

Tampoco Núñez Feijóo tuvo reparos en bajar a la arena. Ha sido habitual en esta campaña que pidiese el apoyo de los votantes de Ciudadanos, especialmente en las provincias en las que los sufragios de diciembre no llegaron a convertirse en escaños, pero ayer se lanzó directamente hacia los simpatizantes socialistas. A ellos les rogó el voto para que «no vean a su partido reducido a ser una simple muleta de Podemos». En el mismo sentido, subió la apuesta contra Rivera y le solicitó que «diga a sus votantes que si no quieren que gobierne Pablo Iglesias pida el voto para el PP».

«¿Conoce al ministro?»

Antes del mitin, el presidente del PP vasco paseó durante una hora por las calles de Santiago. «He venido muchas veces por aquí, pero nunca me habían sacado de la zona vieja», señaló a la altura de la Plaza Roja, donde los compostelanos gozaban de uno de los primeros días de sol en varias semanas. Por las calles de la urbe se pudo ver al ministro en funciones comprando un cupón o bromeando con los niños que jugaban en un parque. La nota curiosa la puso el presidente provincial del PP coruñés, Diego Calvo, presentando a Alonso a los viandantes a su paso.