La defensa del expresidente de Pescanova pide la nulidad del juicio

El expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa , solicitó la nulidad del juicio por maquillar las cuentas de la entidad , al entender que no hay estafa , dado que los bancos no sufrieron ningún perjuicio ni tampoco figuran como acusación. « No ha habido estafa a las entidades bancarias ni créditos sin devolver », asegura la defensa del expresidente, quien considera, además, que no solo no han sido perjudicados con la situación, sino que las entidades bancarias se han lucrado con la misma , siendo la cantidad de ganancia superior a la pérdida en el inicio del concurso, donde cesaron los cobros. Consideran que los bancos deben « devolver » los intereses que recibieron a causa de las « prácticas comerciales irregulares » que puso en marcha la empresa, según el Ministerio Público , para esconder el verdadero estado de las cuentas. El letrado llegó a alegar que si los bancos devolviesen toda esa cantidad de dinero, « habría dinero para pagar a todos los perjudicados de este juicio », por lo que los principales acusados no tendrían que hacer frente al pago por responsabilidad civil que se solicita. Sin embargo, ya han recibido la negativa por parte de la Fiscalía anticorrupción . En la sesión de tarde, el fiscal Juan Pavía rechazó de pleno esta petición considerando que la entidad les « engañó » sobre el estado real de sus cuentas. Replicó la petición alegando que, decir que la banca salió beneficiada es « desconocer » los hechos por los que se está investigando a Pescanova, que está acusada de un delito de estafa, precisamente por no haber sido fieles a la realidad de las cuentas con las entidades bancarias.

Por otro lado, la defensa del principal acusado, Manuel Fernandez de Sousa, al que la Fiscalía atribuye ocho delitos —falseamiento de cuentas, falseamiento de información económica y financiera, falsedad en documento mercantil, estafa, insolvencia punible, alzamiento de bienes y, alternativamente, blanqueo— y para el que se piden 28 años de prisión aseguró que no hubo dolo y que la acusación de insolvencia punible vulnera el derecho a la tutela judicial, al entender que la ley impide que se acuse a alguien de un delito por el que no ha sido juzgado con anterioridad ni había declarado por ello durante la fase de instrucción , por lo que ha pedido la supresión del juicio, una solicitud a la que se han adherido las diferentes defensas .

Fernandez de Sousa y otros 19 acusados , entre los que también se encuentra su hijo, Pablo Javier Fernández Andrade , se han sentado en el banquillo al entenderse que habrían maquillado las cuentas de Pescanova, entre los años 2009 y 2012 , con el fin de ocultar las pérdidas millonarias a acreedores, organismos reguladores e inversores. Esta situación haría que la entidad acudiese, en el año 2013, a un preconcurso de acreedores, y fue la Comisión Nacional del Mercado de Valores quien decidió el cese de las acciones de cotización durante los siguientes cuatro años. En el año 2015 se produjo la reestructuración de la compañía.

Esta restructuración llevó a una escisión con la parte productiva bajo control de la banca acreedora, agrupada en Nueva Pescanova , que, según el letrado de Fernández de Sousa, debería estar en el proceso « si no como responsable penal, sí como civil », y la «vieja» como sociedad de cartera en manos de los minoritarios. Esta última publicó un comunicado rechazando su imputación: «Sus más de 9.000 accionistas no solo no se beneficiaron de las actuaciones de los administradores y directivos acusados , sino que en realidad fueron los principales perjudicados».