Coronavirus Galicia

Los enfermos contarán con un familiar a su lado «en los últimos momentos»

El Sergas actualiza sus protocolos para «humanizar» la despedida de pacientes y facilitar el luto. Feijóo insiste en que las autonomías no sabían que los test rápidos del Gobierno no resultan concluyentes

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Última hora del coronavirus en Galicia

Reunión del Consello de la Xunta, este miércoles DAVID CABEZÓN/XUNTA
Pablo Pazos

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No será Alberto Núñez Feijóo quien lance las campanas al vuelo, porque si bien se acumulan las «razones para la esperanza», a la vista de la tendencia de la pandemia de coronavirus en Galicia en las últimas fechas, existen igualmente «razones poderosas» que aconsejan «no bajar la guardia» . Es pronto y la experiencia de lo ocurrido en otras zonas dicta que se puede producir un «rebrote». Y los gallegos, al haber sufrido menos, son también «más débiles», porque hay una menor proporción de población inmunizada. Pero aún con todas estas reservas, subrayadas este miércoles tras el Consello de la Xunta por Feijóo, quien no dejó de recordar que la alerta sanitaria podría mantenerse incluso sin estado de alarma, se aprecia que la tormenta del Covid-19 arrecia un poco menos. Por ahora.

La llegada de lotes de material sanitario, adquirido principalmente por el Gobierno gallego —que ayer autorizó un nuevo gasto, de 10,5 millones de euros—, también ha contribuido a rebajar la presión de semanas anteriores. El mandatario autonómico pudo así anunciar que sigue vigente la «prioridad» máxima de «salvar vidas», pero al tiempo, el Sergas aprueba un protocolo para «humanizar» las situaciones más «difíciles» que depara la pandemia: personas que mueren en la más absoluta soledad y familiares privados de dar el último adiós. Esto cambiará ahora: se permitirá que un familiar por paciente» pueda «despedirse» en plantas de hospitalización y UCIs, «especialmente cuando clínicamente» todo «indica que están llegando al final de sus vidas».

La disponibilidad de material, explicó Feijóo, posibilitará que el familiar, provisto de una protección completa, esté presente en esos «últimos momentos», que haya un acompañamiento en el «duelo». El protocolo, elaborado por profesionales del Sergas en colaboración con la Asociación Galega de Saúde Mental, y aportaciones del Consello Galego de Bioética, busca «humanizar un poco». No todo lo que se querría, pero sí suavizar las condiciones, tan férreas como necesarias, en las que decenas de personas han pasado sus horas finales. El Sergas ofrecerá también la opción, cuando un paciente acabe de fallecer, de que el familiar lo acompañe y vele «durante un breve período». Se trata de no añadir dolor al dolor, escuchar a las familias y conciliar sus sentimientos con el más estricto cumplimiento de los protocolos sanitarios. Una humanización a la que también contribuyen las comunicaciones telemáticas mientras los enfermos permanecen ingresados en plantas hospitalarias.

Cuellos de botella

En la rueda de prensa de Feijóo, posterior al Consello, se coló también la polémica de los test rápidos remitidos por el Gobierno, azuzada por el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, quien apuntó que el Ejecutivo gallego ya conocía que esos test «tienen más limitaciones que los PCR», que tardan más en arrojar resultados pero son más efectivos, informa David Gómez . «Me sorprende ese tipo de afirmación, a lo mejor lo sabía el PSOE », replicó Feijóo, quien aseguró que los presidentes autonómicos salieron de su reunión del domingo con Sánchez pensando que los test darían un «diagnóstico definitivo», extremo que descartaron los expertos del Sergas, al no distinguir anticuerpos de contagios activos de inmunizados.

« No hemos podido hacer un cribado masivo en las residencias utilizando estos test », lamentó Feijóo. «No eran los test que esperábamos», insistió. De serlo, aseguró que terminarían de practicar pruebas en centros de la tercera edad y de discapacitados en «2 o 3 días». Ahora, «seguimos con cuellos de botella», con «una velocidad de diagnóstico insuficiente», alertó el presidente, quien insistió un día más: «Un mayor es una prioridad».

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