Crónicas Atlánticas - Alberto Varela

El cambio del cambio

A Suárez le han leído el manifiesto que él leyó a su predecesor, pidiendo la remunicipalización de los servicios públicos

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No ha sido esta una buena semana política para el alcalde de Ferrol, que se ha convertido en lo que odiaba cuando estaba en la oposición. Ha pasado de activista a objeto de la ira de los que él antes azuzaba contra el poder. ¡Qué paradoja! Como el hombre que de repente se reconoce en su padre, y al que lo que piden los niños no siempre se puede hacer. ¿Qué le ha pasado a Jorge Suárez? Pues que le han leído un manifiesto que él mismo había leído a su predecesor, José Manuel Rey Varela, pidiendo la remunicipalización de los servicios públicos.

Las vueltas que da la vida, habrá pensado. En una tragedia griega, el regidor se pondría ahora a reflexionar sobre el devenir de las cosas y la necesidad de saber madurar, aunque sea a marchas forzadas.

Sobre la precipitación de la juventud y el sentido del deber cuando uno tiene un puesto de responsabilidad, pero las cosas no van a ir por ahí.

No esperen un giro así en Ferrol, sino más bien una búsqueda del enemigo externo, propia de los populismos que han aflorado por todo el mundo, en Venezuela, en Francia con Le Pen o en Estados Unidos con Trump. Aquí el mal funcionamiento municipal será culpa de la derecha, de los adinerados o de la Iglesia, y mientras tanto los que realmente tienen el poder miran la vida pasar.

El episodio de activista que se presenta a las elecciones y acaba sufriendo una protesta de los suyos demuestra que la calculadora es cruel. El papel lo aguanta todo, pero cuando toca hacer cuentas para cumplir las promesas electorales llegan los problemas. No alcanzan las arcas municipales para hacer a todo el mundo funcionario. ¿Dónde están esos fondos que iban a recaudar los rupturistas de los multimillonarios?

Las Mareas están llevándose una buena refriega de realidad, nunca habrían sospechado que sus gobiernos fuesen a envejecer tan pronto: prometían frescura y qué pronto han pasado a estar resesos. Las ciudades del cambio necesitan un nuevo cambio, pero esta vez a ver si es a mejor.

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