La ola de calor y la sequía disparan el riesgo de incendio en los montes

Orense y Pontevedra están desde hoy en alerta por las altas temperaturas. Ayer un nuevo incendio declarado en Cangas afectaba a la circulación en el Morrazo a última hora de la tarde

Santiago Actualizado: Guardar
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El verano se ha instalado en Galicia con todas las consecuencias. Esto es, temperaturas que obligaron a activar desde hoy y hasta el próximo día 18 el Plan Nacional por exceso de calor en Pontevedra y Orense y una sequía que ya ha disparado la alerta en los montes. Según el mapa que muestra el índice de riesgo diario de incendio en la Comunidad (IRDI), casi la mitad del territorio gallego corría ayer grave peligro de sufrir un fuego. Y de cara a los próximos días la situación amenaza con agudizarse. Para plantar cara a esta situación y mantener los montes a salvo de las llamas veinticinco brigadas de las Fuerzas Armadas se desplegaron ayer en las cuatro provincias.

Forman parte de la «Operación Centinela» que un año más —y ya van diez— se unen a los medios de prevención de la Xunta durante la campaña estival para evitar fuegos forestales.

Hasta el próximo 15 de septiembre, estos efectivos del Ejército (veinte provenientes de la Brilat y cinco del Tercio Norte de Infantería de la Marina) patrullarán por 32 municipios repartidos en un total de siete distritos forestales. Se trata de zonas especialmente vulnerables en las que el riesgo de incendio es mayor. Además del trabajo a pie de monte, los integrantes de estas patrullas reforzarán la vigilancia con un dron que cuenta con dos cámaras con sistema de visión nocturna. Este sistema pilotado por control remoto dispone de una batería que le proporciona 90 minutos de autonomía y un alcance de diez kilómetros. Además, y según explicaron los encargados de su manejo ayer, puede elevarse hasta los 350 metros de altura, lo que ayudará mucho a localizar focos de fuego en parajes de difícil acceso.

Más de 7.000 agentes

A los medios puestos en marcha por las Fuerzas Armadas hay que sumar el despliegue de personal proveniente del Ejecutivo gallego y del Ministerio, que eleva el número de agentes que protegerán los montes gallegos este verano a unos 7.000. En cuanto a los medios materiales, Galicia contará con 360 motobombas y 30 aviones y helicópteros. Con el objetivo de reducir el número de fuegos de consideración en un 8 por ciento al término de la temporada estival, los agentes movilizados deberán enfrentar un verano que amenaza con ser más seco y caluroso que la media. Por el momento, y de cara a los próximos días, las previsiones advierten de temperaturas por encima de los 30 grados en las provincias de La Coruña, Pontevedra y Orense. En esta última incluso se podrán alcanzar los 37 grados el fin de semana.

Desde la Xunta insisten a los ciudadanos de la necesidad de avisar ante cualquier conato de fuego forestal al 085. Además, recuerdan que las quemas quedaron prohibidas el pasado 1 de julio y que el acceso de las personas y los vehículos a los montes debe ser limitado. El pasado año, las llamas arrasaron casi 12.000 hectáreas de terreno en los montes de la Comunidad. La peor parte se la llevó la provincia de Orense, con 7.000 hectáreas carbonizadas. Más del 90 por ciento de los incendios que se producen en territorio nacional son intencionados. En el caso de Galicia, un 80 por ciento de los fuegos son reincidentes, es decir, cuatro de cada cinco incendios repiten ubicación.

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