Gastronomía

Historia del vino gallego: del triunfo del Albariño en la corte de Inglaterra al Ribeiro que bebía Graham Greene

El libro 'La maravillosa historia del vino en Galicia', de Luis Congil, se remonta siglos atrás para contar cómo las variedades de la Comunidad llegaron a todas las partes del planeta

Luis Congil durante la presentación de su obra

Ántar Vidal

Hubo un tiempo, siglos atrás, en el que el vino gallego tenía tanta —o, incluso, más— consideración a nivel global de la que tiene hoy en día. Era muy preciado en las cortes de Inglaterra, y viajó al Nuevo Continente poco después de ser descubierto. Estas y mil y una historias más las recoge el periodista Luis Congil en el nuevo libro 'La maravillosa historia del vino en Galicia', un trabajo documental y divulgativo de las variedades gallegas a lo largo de los siglos. Comienza con un dato que refleja la relación inseparable que tienen el vino y Galicia: su escudo es el único de todo el mundo que tiene una copa de vino . Los ilustradores medievales habían dibujado este cáliz porque los trovadores europeos pronunciaban el nombre del reino, «Galice», casi igual que 'calice'. Una metáfora visual que se extiende hasta nuestros días.

Uno de los mayores embajadores del vino gallego fue, de hecho, también embajador de España. Diego Sarmiento de Acuña, primer conde de Gondomar, a principios del siglo XVII hizo llegar a las cortes inglesas el delicioso vino de las Rías Baixas: entre sus entusiastas británicos estaba Francis Bacon. El conde, cuenta Congil, desarrollo en el país en el que era embajador una «diplomacia del vino». Bromea el autor del libro: « Antes de gin tonic, en la Casa Real Británica había Albariño y Ribeiro ». Diego Sarmiento cargó flotas enteras con estos vinos tradicionales de Galicia en dirección a Inglaterra, para que degustasen Jacobo I y su corte. Fueron unos años de relativa estabilidad entre ambas potencias, y el dulce sabor del vino —y, a lo mejor, también su graduación— tuvo algo que ver en ello.

Es una de las anécdotas favoritas de Congil protagonizadas por el vino de la tierra, pero su libro recopila muchas más que demuestran el carácter internacional del producto autóctono. El Xacobeo no solo es una puerta abierta a las oportunidades económicas hoy en día, sino que desde sus inicios ya se entendía como tal. Jugó un papel crucial en la primera «edad de oro» del vino gallego , como la denomina Congil. «Desde que se declaró el primer Año Santo se disparó el comercio de vino. Los barcos que traían peregrinos volvían con las bodegas vacías y las llenaban de vino», cuenta el periodista, por lo que el producto gallego «viajó por toda Europa».

El Ribeiro y Graham Greene

Pero no siempre se puede estar en la cima. Después de esta «edad de oro», ya en el siglo XX, llegaron años muy complicados para el vino de Galicia. Las Guerras Mundiales truncaron el comercio europeo de las marcas de Galicia, que ya de por sí estaban viviendo tiempos convulsos. Las bodegas perdieron «la tendencia a apreciar lo propio» y como en una crisis de identidad, perdieron valor. Años antes, habían luchado contra la invasión de la filoxera. La plaga había dejado grandes estragos en los cultivos gallegos.

Pero «las variedades se revalorizaron» y volvieron a coger fuerza en el mercado nacional e internacional. Figuras como el novelista Graham Greene encontraron en el Ribeiro placer y también inspiración . Desde el 46 que llegó a España como espía del servicio de inteligencia británico, Greene pasó muchos días con Leopoldo Durán, sacerdote y profesor del monasterio de Oseira (Orense). Desde ahí y entre copas de vino, organizaron numerosos viajes por España que servirían como semilla para escribir 'Monseñor Quixote' en 1982.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación