El tripartito anuncia 40 millones de inversiones a los 10 meses de declarar en «quiebra» Alicante

La evolución de las cuentas municipales en Alicante podría definirse como de auténtico «milagro económico», al menos según el discurso del tripartito que gobierna la ciudad: en apenas 10 meses han pasado de lamentar la «quiebra» de un ayuntamiento «intervenido» por el Ministerio de Hacienda a felicitarse de un remanente, es decir, de los números positivos con siete millones de euros, e incluso a anunciar para los dos próximos ejercicios nada menos que 40 millones en inversiones.

Durante la anterior legislatura, Izquierda Unida -sobre todo- y también el PSOE recriminaron en numerosas ocasiones la a su juicio desastrosa gestión económica del PP en el gobierno local, un arma que emplearon para desgastar a los populares, cargados de razón porque Montoro había inyectado fondos en la contabilidad local y, por lo tanto, Alicante estaba en situación de «rescate» financiero.

Al asumir el poder, su portavoz, Natxo Bellido (Compromís) también hizo suya esta opinión y al empezar a renunciar a ciertas inversiones y gastos los tres partidos de la coalición -PSOE, Guanyar Alacant (Podemos e IU) y Compromís- se lamentaron porque el ayuntamiento estaba «hipotecado» y para muchos años debido a esa «herencia» envenenada del PP, debido al plan de ajuste impuesto por el ministerio para sanear las cuentas y devolver lo prestado.

De hecho, todavía esta semana Bellido ha abundado en que el tripartito partía de unas condiciones «objetivamente complicadas» cuando comenzó su mandato, «empezando por una situación complicada a nivel económico». Y de nuevo aludía al «rescate financiero», que implica una falta de autonomía a la hora de tomar «decisiones económicas», una tesis ampliamente difundida por el portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, durante la pasada legislatura.

Volver a gastar

Sorprendentemente, esta situación extrema contrasta con el balance de siete millones de euros de remanente hecho público hace unos días, al que se van a sumar otros cinco millones más de un nuevo préstamo que va a solicitar el tripartito, lo que da una idea de cierta relatividad en la manera de hacer las cuentas y la supuesta gravedad de la capacidad económica del ayuntamiento en el pasado reciente. Apenas han transcurrido diez meses desde que el tripartito cogió las riendas del poder efectivamente, tras la toma de posesión y las primeras semanas de organización de los departamentos.

Este saldo positivo de siete millones, además, se corresponde a todo el ejercicio anual, con lo que o bien parte del mérito habría que achacarlo al periodo de gestión del alcalde del PP Miguel Valor, o el «milagro económico» de su sucesor, el socialista Gabriel Echávarri, resulta aun más llamativo, porque se ha podido tornar la situación contable en apenas seis meses, cuando los augurios del tripartito eran de penuria para una década o más.

Y la alegría económica va a ir a más, ya que el equipo de Gobierno ha anunciado que va a acometer inversiones de casi 40 millones de euros en 2016 y 2017. Se tratará de proyectos y gastos «sostenibles», según Bellido y, paralelamente, la Concejalía de Hacienda trabaja en un préstamo para afrontar otros que no puedan entrar, pero que consideran «básicas».

El también portavoz de Compromís ha hecho balance con motivo del cumplimiento del primer año de mandato del tripartito y ha asegurado que todo el equipo de Gobierno se esfuerza para llevar el ayuntamiento y la ciudad «adelante».

De momento, han sacado adelante su primer presupuesto con algunos reparos iniciales del departamento de Montoro, que ya corrigió la previsión de ingresos del tripartito, si bien posteriormente han podido superar estas llamadas de atención.