El Gobierno eleva el déficit hídrico a 645 hectómetros en el Júcar-Segura

Los planes de cuenca aprobados esta semana por el Gobierno central confirman un déficit hídrico –el mayor y el único en el conjunto del territorio español– de importantes proporciones en las demarcaciones del Júcar y el Segura: 645 hectómetros cúbicos al año. El resto son excedentarias.

El dato resulta inquietante para los regantes de la Comunidad Valenciana, a pesar de que estos cálculos del Ministerio resultan inferiores a los suyos –desde AVA-Asaja elevaron en su momento esa falta de recursos a 350 hectómetros en el caso del Júcar, donde ahora el documento refrendado por el Ministerio señala 245–. «No es la primera vez que hay déficit hídrico, y la planificación hidrológica siempre contempla las demandas no satisfechas con recursos disponibles», puntualizaron ayer fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), aunque algunos representantes de los agricultores no recuerdan este balance negativo en mucho tiempo.

Donde sí están acostumbrados a la escasez es en la cuenca del Segura. Allí el déficit reconocido en su plan hidrológico se cifra en 400 hectómetros cúbicos anuales, 80 menos que el anterior –no por una mejoría en los niveles de reserva, sino porque las autoridades han tenido en cuenta una disponibilidad de agua desalada de 89 hectómetros e incluso han fijado una menor demanda para cultivos, de otros 22–. Es decir, que se constriñe de alguna manera la posible expansión del pujante sector hortofrutícola.

Repartir la escasez

En la planificación para los próximos seis años se establece además un reparto de la escasez, con transferencias entre ambas cuencas dentro de la Comunidad Valenciana. En concreto, trasvases de 50 hectómetros cúbicos del Júcar al Vinalopó, así como «medidas e inversiones para reducir el déficit hídrico en la cuenca del Segura en 80 hectómetros cúbicos», según fuentes ministeriales. «Son iniciativas tan importantes que se empezarán a tramitar en 2016 como las presa de Lébor, la presa de Moreras o el recrecimiento de la presa de Camarillas», en alusión a mejoras en suelo murciano,

Asimismo, está contemplada una reserva de hasta 80 hectómetros al año «para paliar la sobreexplotación y el déficit de abastecimiento en el Vinalopó-Alacantí y la Marina Baja, siendo necesario establecer normas de explotación», según el plan del Segura.

En cualquier caso, estos datos cuantifican la falta de recursos hídricos incluso por encima de lo que, en el ámbito político, ponía sobre la mesa en la anterior legislatura el entonces vicepresidente del Consell y conseller de Agricultura, José Císcar. Éste reclamaba soluciones para un déficit estructural de 350 hectómetros cúbicos al año en la Comunidad Valenciana, obviamente sin contar Murcia.