Yihadismo en España

Conviviendo con «Mohamed Ali»

Los vecinos del yihadista detenido en Sagunto no sospechaban de él: «Pagaba sus cuotas y era muy amable»

Imagen del interfono del edificio en el que vivía el yihadista «Mohamed Ali» ROBER SOLSONA
Ade Palomar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La detención de Mohammed Allal El Bakhti sorprendió este lunes a la comunidad de vecinos del edificio en el que vivía en la localidad valenciana de Sagunto. Pocas veces veían salir a este marroquí de 47 años de su vivienda, en la que no solo hacía vida sino que además la tomó como centro de reclutamiento de yihadistas para la organización terrorista Daesh.

«Fue el que envió a otro joven a Irak y mató a 33 personas… Yo ya no me mudo aquí ». Madre de una niña de diez años, esta vecina compró un piso en el mismo edificio que Allal hace un año. Lo reformó «de arriba a abajo», lo dejó nuevo. Pero ahora ya no quiere vivir allí.

Este martes, la mujer salía del portal en el lunes la Policía Nacional detuvo al yihadista. Cargaba con una bolsa y se iba a trabajar, aunque asegura que todavía no ha hecho la mudanza. Ni piensa hacerla. Ya no. Vive con su hija, las dos solas, su marido está en Francia por trabajo y todavía le aterra recordar el día de la detención : «El fin de semana ya me iba a quedar a dormir en el piso nuevo, pero decidí no hacerlo aún. Cuando me contaron los vecinos el golpe que escucharon al llegar la Policía a las seis y media de la mañana para entrar en su casa... Si llego a estar aquí con mi hija me da algo del susto». Esta vecina explica a ABC que Allal «nunca» le devolvía el saludo cuando se cruzaban sus caminos. También cuenta que veía mucho vaivén de gente extranjera. Muchos que llamaban al telefonillo de «Mohamed Ali» y pasaban de largo su puerta hasta llegar a dos plantas más arriba, pero nunca llegó a conocer al que sería su nuevo vecino. Sin embargo, sí tiene relación con el presidente de la comunidad, a quien ha transmitido su preocupación y su deseo de vender el piso tan pronto como sea posible.

El presidente, en cambio, solo tiene buenas palabras para el detenido: «Siempre se ha portado bien con nosotros, mentiría si dijese lo contrario. Pagaba los gastos de comunidad como cualquier otro inquilino, y si algún mes se retrasaba, nos avisaba corriendo de que iba a pagar en seguida».

«Amable y encantador»

Tanto el presidente como su mujer destacan el carácter amable y encantador del marroquí, que vive en el edificio alrededor de veinte años, cuando llegó con su familia. Sus padres se fueron a vivir a Puzol, un pueblo a diez kilómetros de allí, y entonces Allal se quedó con el piso y «se dedicaba a alquilar habitaciones» . Esta es la versión que tienen los vecinos de Mohamed Ali. Sin embargo, el Ministerio del Interior informó, después de arrestarlo, de que en su vivienda había conseguido, en tan solo unas semanas, que un joven de 26 años –también marroquí– dejara a su familia y su vida en Sagunto para matar a 33 personas haciéndose explotar en Bagdad en nombre de Daesh.

El presunto yihadista detenido el lunes en Sagunto, Mohammed Allal El Bakhti EFE

Según fuentes oficiales, este yihadista detenido por presunta integración en el aparato de captación de la organización terrorista y «potente instigador» pasará hoy a disposición judicial. Pero al presidente del edificio todavía le cuesta creer que Allal sea mala persona. Por otro lado, intenta convencer a su vecina para que cambie de idea y se mude finalmente: «De todas formas, ya no está y a cualquier otro lado que te vayas a vivir te puede pasar igual».

En las calles, la tranquilidad de los vecinos se vio alterada el lunes con la operación policial frente al domicilio. El martes todavía se comentaba en la misma esquina, entre saguntinos que no conocían lo ocurrido. «Es que lo sacaron con la cabeza toda tapada, y sabiendo ahora donde vivía… No creo que lo conozca. Y es raro, porque aquí nos tenemos vistas las caras todos. Este no saldría mucho», comenta uno de ellos. Para otros, en cambio, este suceso no ha sorprendido en absoluto . Con recelo, un señor explica que en Sagunto hay una comunidad muy grande de musulmanes que tienen sus propios guetos y se reúnen en lugares como peluquerías, centros, domicilios o la mezquita, ubicada en Puerto de Sagunto a diez minutos de la casa de Allal. «No me extraña que pasen estas cosas… ¡Si salen de debajo de las piedras!». Aunque la calma vuelve a reinar en este pueblo valenciano, el terrorismo ha sembrado sentimientos de odio, desconfianza y miedo a muchos de sus vecinos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación