Suciedad e inseguridad

Estamos ya en año electoral . El equipo de Gobierno municipal del señor Joan Ribó ha anunciado a bombo y platillo las brigadas de limpieza de calle , que van con una banderita en la propia papelera. No lo digo por los propios trabajadores, que harán los turnos que su contrata les recalque, pero los resultados brillan por su ausencia. Centro ciudad, grandes vías, cauce del río y boulevard sur, que son los viales por los que transito a diario, son un nido de heces, orín, calles pegajosas y vegetación mal conservada.

Leyendo y estando atento a las reivindicaciones ciudadanas, esta debe de ser la misma constante en casi la totalidad de los barrios de Valencia. A esto hay que añadir la mala coordinación de la recogida de basuras , donde los contenedores suelen estar a rebosar y las basuras fuera del contenedor con la insalubridad que eso conlleva, sobre todo en las zonas de mayor concentración hostelera. O los días posteriores de Reyes con todos los contenedores de cartón a rebosar hasta mediados de la misma semana, no es otra cosa que falta de previsión y nula coordinación. Una pésima imagen para el visitante y para el vecino sin duda.

Otro caso igual o mayor preocupante es la inseguridad ciudadana. Por desgracia viví una visita de “extraños” a mi propio hogar este último mes. La charla con la patrulla de la Policía me dejó más intranquilo si cabe. Los “cacos” campan a sus anchas y ha habido un aumento de hurtos domésticos y además en cualquier franja horaria. La empresa de seguridad con la que contacté me ofreció un dato escalofriante, una media de 40 hurtos al día en hogares de la ciudad de Valencia. Implica cerca de 12000 hurtos año. Estos son los problemas reales de los vecinos, su seguridad y la limpieza de las calles donde viven las 24 horas del día. Todo lo demás es fanfarria, y en ambas cosas suspendemos con creces.

El ciudadano quiere soluciones a sus problemas reales, y cada vez tolera menos el circo de bronca política en la que muchas veces se convierten nuestros parlamentos , y más con esa forma frívola de hacer política a golpe de titular o más meliflua si cabe como es a través de las redes sociales.

Nos enfrentamos ante un nuevo escenario político, al populismo casposo de izquierdas se le une el de la derecha . Pasaremos de opinar de su decálogo de medidas para formar gobierno en Andalucía. Las opciones se ensanchan desde los extremos y se contraen por el centro, que como bien se dice, es donde está la virtud.

Los candidatos y los partidos, donde predomine el sentido común, deberán de esforzarse en ofrecer soluciones e ilusión y muchas veces alejarse del ruido y de la bronca que desgraciadamente es lo que los mass media venden al ciudadano de a pie.