De presiones va la cosa

AVE escenificó este jueves el enésimo cabreo de los empresarios con el gobierno por el Corredor Mediterráneo. Por delante dos pesos pesado de talla nacional para que el acto se visualizase como toca, Vicente Boluda y Juan Roig, casi nada al aparato, poder valenciano, del de verdad. El recado de Boluda a la exministra Pastor para enmarcar “no dio ni una”, esperemos que su sucesor, que el miércoles se paseó por Valencia con buenos propósitos y mejores palabras, sea capza durante su mandato de presentar una hoja de servicios de mayor calado. El problema es que con el gobierno de España, da igual el color que tenga, jugamos bien, damos espectáculo, nuestros jugadores son estrellas y están buien vistos, pero al final del partido miras el marcador y como siempre, perdemos 2-0.

La pregunta es, ¿Va a cambiar la historia? ¿Nos van a hacer caso? Va a impulsarse de verdad la obra del Corredor y va a arreglarse la financiación? Les soy sincero, no lo se, mientras tanto, nuestra querida Comunidad es la más endeudada de España en proporción al PIB, y este año, el debe se ha engorgado en 3.000 millones de euros. Supongo que de esto último el Consell tendrá algo que decir que no sea lo clásico de “la culpa fue del cha cha cha, y dela herencia del PP, a nosotros que nos registren.

Y es que mientras hay que partirse la cara con Madrid para cosas de verdad importantes, los socialistas valencianos hacen aguas de manera peligrosa en clave interna. La gestión del “affaire” Divalterra, ha dejado en evidencia a más de uno. Aunque lo más significativo de esta situación ha sido el misil, que la lideresa de Compromís Mónica Oltra envió hace hoy una semana ante la pasividad en este caso de Jorge Rodríguez, presidente de la Diputación y quizá la gran esperanza de futuro del partido. Por mucho mestizaje, y ganas de que el PP no vuelva a tocar poder, creo que Divalterra va a marcar un antes y un después en las relaciones PSPV-Compromís, si no, al tiempo....