Sucesos

Este es el posible rostro de Antonio Anglés tres décadas después del crimen de Alcàsser

Dos expertos reconstruyen el aspecto actual del fugitivo en paradero desconocido desde 1993

Antonio Anglés: las incógnitas de la huida del fugitivo buscado por el crimen de las niñas de Alcàsser

Reconstrucción facial realizada por Ricardo Ortega Ruiz y Noelia Medina Sánchez (Instituto de Formación Profesional en Ciencias Forenses) LP

D.V.

La Policía Nacional y la Europol, con el visto bueno de la juez, van a poner en marcha una campaña a nivel europeo con el perfil de Antonio Anglés para solicitar colaboración ciudadana que pueda ofrecer pistas sobre el paradero del prófugo desde 1993, considerado autor material del triple crimen de las niñas de Alcàsser. Veintiocho años después, los investigadores intentan dar respuesta a una pregunta que nadie ha podido responder: ¿Murió o sigue vivo?

Las Provincias ha avanzado este jueves el montaje fotográfico realizado por el antropólogo forense y doctor en Ingeniería Biomédica, Ricardo Ortega, y la criminóloga y especialista en imagen digital, Noelia Medina. Una reconstrucción correspondiente a una edad aproximada de 55 años -siempre que no se hubiera sometido a cirugías estéticas- que la magistrada del caso ha remitido a la Policía para su posible uso en la búsqueda internacional.

Sobre Anglés pesan los cargos de rapto, violación, asesinato, inhumación de cadáver y tenencia ilícita de arma. Su ficha, con el expediente 1993-9069 sigue vigente en la web de la Interpol, en el apartado reservado a los fugitivos más peligrosos del mundo, y se actualiza cada año.

En ella se describe al prófugo como un varón «desconfiado» de 55 años, ojos azules, 1,75 metros de altura, tatuajes en ambos brazos y un quiste sebáceo en la garganta sobre la nuez. Se indica, además, que toma Rohipnol para combatir la adicción a las drogas.

Reconstrucción facial realizada por Ricardo Ortega Ruiz y Noelia Medina Sánchez (Instituto de Formación Profesional en Ciencias Forenses) IFPCF / LP

El fugitivo eludió varios cercos policiales en municipios de la provincia de Valencia y nada se supo de él hasta que se dio con su paradero en el puerto de Lisboa. La tripulación del mercante City of Plymouth lo descubrió a bordo, rumbo a Liverpool, escondido en un almacén el 23 de marzo, justo dos meses después de que se encontraran los cuerpos de Miriam, Toñi y Desirée.

Cuando el buque hizo parada en Dublín y la Policía irlandesa subió al barco para detenerle, Antonio Anglés ya no estaba allí . Al día siguiente se encontró un chaleco salvavidas en la bahía de Dublín, el mismo que había desaparecido de la cubierta del City of Plymouth, por lo que el criminal pudo alcanzar la costa y continuar su periplo por el mundo o ahogarse en el mar.

Cómo escapó del camarote en el que se le encerró y si alguien le ayudó a hacerlo también es un misterio. El capitán del buque dejó caer en una entrevista para el programa Equipo de investigación que un marinero, sin revelar su identidad, contribuyó a la huida del prófugo.

La juez traslada recomendaciones a la Policía

Una de las acusaciones personadas en la causa que se mantiene abierta en el Juzgado de Instrucción número de 6 de Alzira, la Asociación Laxshmi para la Lucha Contra el Crimen y la Prevención, ha elaborado un informe criminológico sobre la fuga de Anglés en el que se recomienda cotejar el ADN del prófugo con muestras no identificadas en los años 90 en la costa oriental irlandesa y la occidental de Inglaterra.

Este escrito, que la magistrada ya ha trasladado a la Policía Nacional como recomendaciones, también indica la importancia de localizar -por medio de las autoridades irlandesas- los documentos que se decomisaron a un polizón y que incluían una foto de Anglés, además de intentar conocer la identidad del periodista que habló con este hombre.

Miriam, Toñi y Desirée, de entre 14 y 15 años, fueron secuestradas, violadas y torturadas antes de ser asesinadas de un tiro. La única persona condenada por ello fue Miguel Ricart , que pasó en prisión solo 21 de los 170 años que le impuso la Audiencia de Valencia. Salió de la cárcel en 2013, tras anularse la doctrina Parot.

Precisamente, este sábado se cumplen 29 años de ese 13 de noviembre de 1992, en el que las tres víctimas desaparecieron sin dejar rastro cuando se dirigían desde Alcàsser a una discoteca de Picassent. Sus cadáveres no aparecieron hasta setenta y cinco días después, el 23 de enero.

El dolor por el macabro asesinato y la presión mediática posterior marcaron para siempre a una población valenciana de cerca de diez mil personas y todo un país. La magistrada encargada del caso reactivó en febrero de 2020 oficialmente la búsqueda de Antonio Anglés. De hecho, la pieza no se cerrará hasta 2029 , año en el que éste será inimputable.

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