Tecnologías

Dos españoles congelarán su cadáver a -196 grados con el corazón latiendo para esperar la «resurrección»

Primeros contratos en una clínica de Valencia pionera en Europa en la «criopreservación» de cuerpos en nitrógeno hasta mil años

Imagen sobre criopreservación difundida por la clínica Cecryon de Valencia ABC

ABC

Dos españoles han dado el paso y ha contratado ya el servicio de «criopeservación» para que, cuando llegue su muerte, se conserve su cadáver en nitrógeno a 196 grados bajo cero para que algún día, si la tecnología lo permite, vuelvan a la vida.

Así lo ha explicado a EFE el director médico de Cecryon , Albert Estrada, la clínica pionera en Europa en ofrecer esta técnica a partir de principios de 2019 en Ribarroja (Valencia ). Estos dos primeros clientes desean mantener su cuerpo en una criocápsula al menos durante cien años, aunque la tecnología permite hacerlo un milenio. Inicialmente, había una treintena de interesados , cuando se supo de la apertura de este centro especializado.

El servicio cuesta 200.000 euros más IVA si se abona al contado, o puede financiarse a través de una compañía de seguros, según ha señalado Estrada, quien ha indicado que las instalaciones que dirige cuentan con una licencia de actividad como funeraria.

Tanto el paciente como los familiares de quien contrata el servicio reciben una formación y asesoría específica en la que se les explican las medidas que deben tomar para garantizar un mayor calidad de la criopreservación.

Estar sano

Entre esas medidas está no fumar, porque daña el árbol vascular, que debe estar lo más sano posible para poder perfundir crioprotectores al cadáver, y también tener un peso adecuado .

Además, se enseña a las familias a hacer maniobras de recuperación cardiopulmonar (RCP) y de cómo actuar en caso de un fallecimiento súbito.

"Nuestra idea es que en el 90% de las muertes ya sepamos que el paciente está en una situación de riesgo vital y nos traslademos donde esté para pare empezar el proceso", explica Estrada, que añade que lo ideal es actuar antes de que pasen cinco minutos tras certificarse la muerte legal de la persona .

Así, una vez ha fallecido se enfriar al paciente con agua con hielo, se mantiene latiendo de forma automática el corazón , se le pone heparina para evitar coágulos en sus arterias y se le puede comenzar a perfundir líquidos en función de lo cerca o lejos que esté de las instalaciones Cecryon.

Una vez esté en el centro de Ribarroja, se le sustituye la sangre y los líquidos celulares por unas sustancias crioprotectoras y se le va bajando la temperatura hasta llegar a los 196 grados bajo cero, la temperatura del nitrógeno líquido.

Entonces, se sumerge al paciente boca abajo en un tanque de nitrógeno líquido, una criocápsula a la que solo hay que reponer el hidrógeno a medida que se evapora, y que podría conservarse durante un milenio "sin el más mínimo deterioro ", según ha explicado el responsable de la empresa, que garantiza por contrato el mantenimiento durante cien años.

Estrada considera que la licencia funeraria de la que dispone es suficiente para poder poner en marcha el centro, ya que el reglamento de policía sanitaria mortuoria establece las normas legales para la preservación, "y es lo que nosotros hacemos".

"Nos comprometemos con los clientes que ya han pedido el servicio a partir de 2019", según Estrada, que matiza que cada uno de los clientes requiere de una previsión y un tiempo, porque la criocápsula que precisan requiere un tiempo de fabricación de tres meses .

No obstante, una vez la empresa haya crecido "empezaremos a tener criocápsulas para casos de emergencia. No vamos a arriesgar una que está reservada para un paciente para alguien que no haya hecho la previsión cuando tocaba".

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