Guillem Bertomeu - Lletraferit

La ausencia de una derecha normal en la Comunitat Valenciana

«El votante de centro derecha se siente huérfano de políticas normales, de acuerdos y sobre todo de conocimiento de causa»

Imagen de Isabel Bonig y Toni Cantó MIKEL PONCE

Debo de ser un «rara avis» ya que de un tiempo a esta parte echo en falta una opción de centro derecha normal que deje ya de una vez la tan manida política de tópicos y afrentas. Es la misma creadora de bloques de conflictos que tanto achaca a la izquierda.

Vamos a tener una legislatura llena de titulares rimbombantes y barbaridades que atentan al sentido común con portavoces del estilo Ana Vega , para quirn no la conozca es la portavoz de Vox en las Cortes Valencianas, y del señor Toni Cantó , de Ciudadanos. Sus dos intervenciones en el debate de investidura de Ximo Puig son todo un alegato a no saber ni conocer nada de la Comunitat a la que representan. Cadena de tópicos y de argumentario nacional ante la total ausencia de un discurso y un proyecto propio para los intereses valencianos.

Sacar a ETA a pasear en el debate de investidura del presidente de todos los valencianos, hablar de Venezuela , de genocidio cultural al español, o la broma tan repetida de llamar al partido de Puig el PSC valenciano... es todo una burla y un desconocimiento total de la realidad de nuestra tierra, donde el bilingüismo es una característica histórica desde su creación, tanto en el interior de nuestra tierra como en las zonas del sur, ambas predominantemente castellanas. Pero claro el señor Cantó y la señora Vega qué van a saber.

Imagen de Isabel Bonig y Toni Cantó MIKEL PONCE

He sentido interés por cómo han ido las negociaciones en el municipio de Sueca, donde Compromís fue la opción más votada con ocho concejales, pero el candidato del PSPV ha estirado la cuerda para gobernar junto al PP y Cs, con un documento de acuerdo firmado ante notario con penalización económica para quien lo rompa. Tal acuerdo soliviantó a la lideresa del Botanic, Mónica Oltra , exigiendo la expulsión de todo aquel que pacte con la derecha. Sueca se ha convertido en un ejemplo de normalidad por encima de siglas.

Lo mismo le ocurre al señor Cantó, que había pactado con Isabel Bonig el acuerdo en 21 municipios y los suyos de Teulada Moraira le han dado en bandeja la alcaldía a Compromís. A ver ahora cómo reacciona tras tal afrenta ideológica. Sinceramente pienso que tras el titular de la noticia de tal acuerdo poco más se trabajó, dudo mucho que el portavoz de los naranjas se pusiera en contacto con su agrupación local que tiene poco más de seis meses de vida y está compuesta por ex populares y ex socialistas. Política de titular, no de realidad.

Ante tales espectáculos de este efímero inicio de legislatura el votante de centro derecha se siente huérfano de políticas normales, de acuerdos y sobre todo de conocimiento de causa. Fuera de portavocías más cercanas al amarillismo de flema británica.

Bonig tiene dos opciones, bien centrarse y que la mofa se cebe con las derechas de Vox y el retrogradismo de Cantó o bien subirse a ese carro de abrir barricadas. Además de hacer una convocatoria de congresos provinciales y locales que ponga orden a cuatro años en blanco de organización interna de los populares.

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