El asesor del PP Luis Salom volverá a denunciar a la mujer del presidente de las Cortes por insultarle

El asesor del grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia Luis Salom volverá a denunciar a la mujer del presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera (Compromís), al considerarse insultado. Salom y la esposa de Morera, Tona Català, alcanzaron un acuerdo esta misma semana en un acto de conciliación, por el cual Català se comprometía a disculparse públicamente por haberse referido a él en las redes sociales como «puto facha maricón de España», entre otros insultos. La disculpa debía publicarse en las mismas redes donde se vertieron los insultos.

Salom pretendía además que Català le abonase una indemnización económica, algo a lo que la esposa de Morera no accedió, por lo que el popular, pese al acuerdo de conciliación en la vía penal, tenía pensado acudir a la vía civil para reclamarle la citada cantidad económica.

No obstante, el asunto se ha vuelto a enredar con una carta abierta publicada por Català en su muro de Facebook y recogida por varios medios, que precisamente debía servir como disculpa.

En su carta, Tona Català asegura que «la condición sexual es cosa de cada uno», al igual que la religión o el hecho de que Salom fuese adoptado (otra de las alusiones del comentario denunciado). Sin embargo, tras ese primer párrafo en el que admite que no se siente orgullosa de sus insultos, Català se justifica en que el asesor del PP, según ella, «llevaba cuatro años dedicado en cuerpo y alma a atacar a mi hija desde su cuenta de Twitter». Asimismo, la esposa de Morera argumenta que «cuando supe que acababa de ser imputado en el Caso Taula, me pudo más la hiel que la razón».

En el último tramo de la supuesta carta de disculpa, la esposa del presidente de las Cortes Valencianas dice: «Cuatro años lanzando insultos son muchos años, muchos. Cuatro años de impunidad que por fin han tenido consecuencias», en alusión a la condición de imputado de Salom en el caso del blanqueo de capitales en el PP de Valencia, «y como dicen en Carcaixent y en Valencia, quien no quiera polvo que no vaya a la era».

El popular, tras leer la carta abierta de Català, se ha sentido de nuevo «insultado», al considerar que no se trata de una disculpa, sino de una justificación de los insultos que le dedicó en el comentario denunciado, fruto «de su profunda inquina y odio hacia mi persona y mi familia», «en la que de paso se permite la licencia de añadir nuevos infundios». De esta forma, Salom reta a Català a que demuestre sus «veladas acusaciones» en un nuevo acto de conciliación, previo a una segunda demanda.