Aragonès, investido pero maniatado por Lledoners, Junts y la CUP

El candidato es investido con 74 votos de ERC, Junts y la CUP y toda la oposición en contra

Junqueras sale de la prisión de Lledoners para asistir a la investidura del nuevo presidente

Pere Aragonès, en el Parlament de Cataluña EFE / Vídeo: Pere Aragonès, investido presidente de Cataluña - Atlas

Miquel Vera

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Pere Aragonès es ya el nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña . A la espera de que su nombramiento sea publicado en el BOE y solemnizado en una toma de posesión que tendrá lugar el lunes, su mandato empezó ayer maniatado por tres actores: Oriol Junqueras, Junts per Catalunya y la CUP. Todos ellos ya han avisado por distintas vías que no dejarán mucho margen de maniobra al nuevo jefe del Ejecutivo catalán para que pilote a solas una nueva era en el ‘procés’ que se promete «de cambio» tras años de parálisis y política de gesticulación, retórica inflamada y simbología.

Oriol Junqueras , líder de Esquerra preso en Lledoners (Barcelona), dejó claro ayer por la mañana que aspira a tener un rol relevante en esta nueva etapa en la que la sala de mandos del independentismo pasa a manos republicanas por primera vez. Lo hizo escenificando una pomposa llegada al Parlament por la escalera noble, entre aplausos y recibido por diputados y consejeros mientras Aragonès seguía defendiendo su elección ante un hemiciclo casi vacío. Trajeado y con el puño en alto, el líder de ERC se dejó agasajar por los suyos y, ante las cámaras, declaró que era «un gran día».

Dentro de la cámara, algunos oradores aprovechaban la escena para recordar a Aragonès que su mandato empieza, otra vez, marcado por la duplicidad de legitimidades que ha ido multiplicando el soberanismo desde hace años. «En la legislatura anterior constituyeron la figura de tres presidencias: la legítima, de Carles Puigdemont; la simbólica, de Quim Torra, y el presidente limitado, que fue usted», afirmó el líder del PPC, Alejandro Fernández. «En esta legislatura pasa a ser el presidente honorífico y teledirigido por Waterloo y Lledoners», resumió el popular tras acusar a ERC de volver a «degradar» la presidencia.

A pesar de las críticas y las sospechas sobre el rol que tendrá Junqueras en el día a día del nuevo Govern, en ERC prometen por activa y por pasiva que Aragonès no será un presidente ‘vicario’ como lo fue Quim Torra . De hecho, fuentes de la formación aseguran que el líder de ERC, inhabilitado por el Tribunal Supremo hasta 2031, ha preferido estos últimos años cultivar un rol de referente político, y hasta moral para algunos, y dejar trabajar con relativa libertad a sus subordinados en el Govern. «No es alguien de estar encima de los temas de gobierno» , explican a ABC desde la formación. «Junqueras está para las grandes directrices, la línea estratégica, pero no para el día a día ni mucho menos. En ese sentido es muy respetuoso», añaden.

Además del encaje que se dé a la voz de Junqueras desde Lledoners, Aragonès deberá hacer grandes equilibrios para mantener a flote su estrategia tanto en el Govern, que compartirá con Junts, como en el Parlament, donde dependerá de una CUP que se mostró ayer muy crítica y exigente con el nuevo ejecutivo incluso minutos antes de votar a favor de la investidura del republicano.

Oriol Junqueras, llegando al Parlament INÉS BAUCELLS

«Hace falta la confrontación, es imprescindible porque dentro de este Estado no cabrán nuestros derechos, ni civiles ni sociales, por lo que lo tenemos que desbordar, es nuestra obligación», exigió la líder de los anticapitalistas en el Parlament, Dolors Sabater . Asimismo, recordó que su alianza con ERC es «de mínimos» y su durabilidad dependerá, para empezar, de que el Govern haga cambios radicales e inmediatos en su política policial. Al igual que hizo Junts el jueves, los cupaires aprovecharon la ocasión para desdeñar la «mesa de diálogo» Gobierno-Generalitat, que calificó de vía fallida.

Por el lado de Junts, la estabilidad de Aragonès tampoco está mucho más asegurada y, aunque en las últimas jornadas los posconverges han reducido su hostilidad con sus socios, nada hace pensar que el nuevo ‘president’ tenga garantizados los tradicionales ‘cien días de gracia’ ni siquiera dentro de su propio gabinete. De hecho, la formación gobernante hasta ahora dio una fría bienvenida al nuevo presidente y la mayoría de sus diputados se fueron rápidamente del Parlament una vez acabado el pleno de investidura mientras sus correligionarios de ERC alargaban las celebraciones con fotos de familia, abrazos y brindis en sus despachos. El expresidente Carles Puigdemont, por su parte, saludó al flamante ‘president’ con un breve mensaje en Twitter en el que le prometía estar «a su disposición».

Una vez superado el agónico trámite de las negociaciones y la investidura -Aragonès ha necesitado 96 días y tres debates para cosechar los 74 votos de Junts, ERC y la CUP y los ‘noes’ de toda la oposición, de Vox a los Comunes -, la incógnita pasa ahora por los nombres que conformarán el nuevo Govern. Por el momento, ya ha habido algunos descartes sonados, como el de Elsa Artadi, que se daba como vicepresidenta económica, pero que ha anunciado que prefiere seguir de concejal en Barcelona. En su lugar empezó ayer a ganar fuerza la opción de que Junts ‘fiche’ de independiente al exdirector general de la fundación bancaria la Caixa, Jaume Giró.

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