Las otras cinco veces en las que Iceta defendió la celebración de un referéndum de independencia

En 2012, el PSC lo llevó en un programa electoral; y el ahora líder del partido lo planteó en varias intervenciones

Miquel Iceta, ayer, en Mataró antes de intervenir en un acto del PSC PEP DALMAU

Daniel Tercero

Las palabras de Miquel Iceta, primer secretario del PSC, al diario Berria, indicando que «si una mayoría muy amplia del 65 por ciento de los ciudadanos (de Cataluña) quiere la independencia la democracia tendrá que encontrar o habilitar mecanismos para abordar eso», han vuelto a poner de manifiesto las diferencias entre el PSOE y el PSC a la hora de afrontar el envite nacionalista.

Estas discrepancias son de fondo: considerar a Cataluña como una nación. Para el PSC, no hay duda, Cataluña es una nación. Por lo que, en última instancia, Cataluña tiene capacidad total para decidir su futuro, lo que incluye un referéndum de autodeterminación. No piensan lo mismo en el PSOE, que se desmarcan advirtiendo que nación es una palabra con muchos significados.

En esta línea, el Estatuto de Autonomía de 2006 -cuya reforma del anterior texto de 1979 lideró el PSC- introdujo el término «nación» en el preámbulo: «El Parlamento de Cataluña, recogiendo el sentimiento y la voluntad de la ciudadanía de Cataluña, ha definido de forma ampliamente mayoritaria a Cataluña como nación. La Constitución Española, en su artículo segundo, reconoce la realidad nacional de Cataluña como nacionalidad».

Aunque el Tribunal Constitucional, en su sentencia de 2010, ajustó y permitió el término señalando que la mención a «realidad nacional de Cataluña» carece de «eficacia jurídica interpretativa», puesto que la única nación política y jurídica viable es la española, no se opuso, más bien al contrario, a la existencia de naciones culturales e históricas en España.

«Los referéndums se tienen que poder hacer»

Así, el PSC, en una lógica evolución del concepto «nación» como término jurídico-político ha defendido que en Cataluña se pueda celebrar un referéndum de secesión. Lo ha hecho en sus distintas versiones y durante un tiempo considerable. En 2012, cuando Artur Mas (CiU) dio el paso y decidió liderar el envite nacionalista, el PSC llevó en su programa la defensa de un referéndum: «Manifestamos nuestro convencimiento de que los ciudadanos y las ciudadanas de Cataluña deberán decidir libremente sobre cualquier propuesta de cambio substancial de las relaciones entre Cataluña y España, acordada entre las instituciones catalanas y españolas, a través de un referéndum, en el que se plantee una pregunta clara, a la que se deba responder de forma inequívoca, aceptando o rechazando el proyecto sometido a consulta».

En esta línea, ese mismo año 2012, el propio Iceta defendió esta posición en un acto interno del partido y cuyo vídeo está disponible en internet. Tras reconocer que los que defienden el llamado «derecho a decidir» lo que quieren, en realidad, es celebrar «un referéndum sobre la independencia», Iceta señaló, entonces: «Los referéndums sobre la independencia se tienen que poder hacer. De hecho, en las democracias avanzadas se pueden hacer. ¿Cómo? Por la vía del acuerdo. Es el caso que hemos visto en el Québec, que ya lo ha hecho dos veces, y el caso que probablemente veremos en 2014 en Escocia. ¿Cómo lo han hecho? Hombre, por acuerdo (...). ¿Cuáles son las reglas? Allí son bastante sencillas: la pregunta ha de ser clara, no ha de llevar a equívocos. Dos, el quorum ha de ser determinado, es decir, no es lo mismo que voten pocos o muchos. Y el resultado favorable o contrario también ha de tener una diferencia clara».

«El PSOE no quiere una consulta; nosotros, sí»

Pere Navarro era, entonces, el líder del PSC. Habituales fueron sus choques con el PSOE, en general, y Alfredo Pérez Rubalcaba, en concreto. Navarro, incluso, pidió a los diputados del PSC en el Congreso que se desmarcaran de las posiciones del PSOE en las votaciones que hacían referencia a la celebración de un referéndum en Cataluña o a la hora de definir a esta comunidad como nación.

Durante varios años, las relaciones PSOE-PSC por este motivo fueron convulsas. En 2014, por ejemplo, en una entrevista para TV3, Iceta dijo: «El PSOE no quiere una consulta, a ver si nos enteramos, lo ha dicho por activa, pasiva y perifrástica; nosotros (el PSC), sí». Estas palabras de Iceta las hizo solo un día después de hacerse con el liderazgo del PSC. Y las ha mantenido explícitamente, al menos, en otras tantas declaraciones en 2016 y 2018, en la misma línea de lo dicho al diario vasco Berria hace solo unos días.

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