El Govern dice que el consejero de Interior «prestó seguridad» al fugado Puigdemont pero Buch lo niega a la juez

Decir una cosa ante la prensa y la contraria ante el juez es costumbre en los promotores del «procés». Y así ha ocurrido también a propósito de la comparecencia judicial del consejero de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, acusado de haber sufragado con fondos públicos la protección del fugado Carles Puigdemont en Bruselas. La consejera portavoz del gobierno catalán, Meritxell Budó, ha asegurado este martes ante los periodistas que Buch está siendo investigado «por hacer su trabajo como consejero y prestar seguridad al presidente Puigdemont». Minutos antes el consejero había dado la magistrada una versión exactamente opuesta : negó que haber contratado a un exescolta de Puigdemont como cargo de confianza de su departamento fuese una tapadera para siguiese protegiendo en Bélgica al expresidente a cuenta del erario público. Pero la portavoz de su gobierno, inconscientemente, ya había enviado un torpedo a la línea de flotación de su defensa judicial .

Fueron tres horas de comparecencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), en las que Buch ha contestado a las preguntas de la magistrada Mercedes Armas, al fiscal y a las defensas, para tratar de driblar las acusaciones de prevaricación y malversación. Si decidió contratar al sargento Lluís E. no fue para que siguiera escoltando a Puigdemont sino para asesorarle a él en una Consejería, según su versión. Le necesitaba, ha insistido, para tenerle de «interlocutor» con el cuerpo policial y orientarle en los aspectos más técnicos del departamento. Consideraba que alguien con perfil policial era el idóneo para el puesto.

Según fuentes judiciales presentes en el interrogatorio, el consejero ha asegurado que fue su equipo el que le propuso fichar a Lluís E . –también imputado y citado mañana– y que el exescolta del expresidente no era ni siquiera la primera opción, pero el resto de candidatos había rechazado la oferta.

Prácticamente a la misma hora en que Buch se defendía así en el TSJC, la portavoz del Govern decía a la prensa que el trabajo del consejero era prestar seguridad a Puigdemont. Más que secundar a su compañero, Budó se alineaba con esas afirmaciones con la tesis del fiscal, que acusa a Buch de fichar al sargento «única y exclusivamente» con el «ilegítimo e indiscriminado propósito» de dar «cobertura y protección» a Puigdemont . Cobró 52.712 euros de julio de 2018 a marzo de 2019.

Lluís E. ya formaba parte del equipo de escoltas de Puigdemont cuando era presidente, y fue uno de los que en octubre de 2017 facilitó su fuga y le acompañó hasta que se instaló en Bélgica . Fue la propia División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos la que abrió una investigación y suspendió al sargento cuatro meses de empleo y sueldo. Ese mismo día, a propuesta de Buch, se creó la plaza de asesor en la Consejería, y luego contrataron a Lluís E. pese a su falta «absoluta» de «idoneidad» para el cargo , según el fiscal. Fue cuando el sargento volvió de Bélgica y se había recuperado de una baja.

Los informes en los que trabajó en ese periodo no eran más que un «corta y pega» de otros documentos», pero Buch ha intentado rebatirlo hoy en su declaración: ha asegurado que si los informes eran simples eran porque él mismo quería explicaciones sencillas. También ha dicho desconocer que este agente escribía en redes sociales confirmando que estaba en Bélgica . Buch ha replicado diciendo que no saber qué era lo que Lluís E. hacía en sus días libres.