Collboni califica de «pucherazo electoral» el aplazamiento de los comicios catalanes al 30 de mayo

El líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona argumenta que «el cambio en las reglas del juego se debe al miedo del independentismo a perder las elecciones» frente al candidato socialista, Salvador Illa

Jaume Collboni, líder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona, durante la entrevista ABC

Joan Carles Valero

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, ha calificado este sábado que el aplazamiento de las elecciones autonómicas catalanas al 30 de mayo «es lo que parece: un pucherazo electoral». En su opinión, «el cambio en las reglas del juego se debe al miedo del independentismo a perder las elecciones frente al PSC y Salvador Illa». Tras recordar que hay países como Portugal, que pese a estar en confinamiento domiciliario votarán en el plazo de dos semanas la presidencia de la República, Collboni ha recordado que también se han celebrado elecciones en Galicia, Euskadi e incluso en Estados Unidos.

Al líder socialista barcelonés no le ha sorprendido este movimiento después de que el PSC hiciera una propuesta «muy razonable», en el sentido de que, si realmente había un riesgo de salud pública, se aplazaran las elecciones un mes, para celebrarlas justo antes de Semana Santa. «Es obvio que lo que motiva este cambio de reglas de juego en medio de la carrera es el miedo del independentismo a perder las elecciones frente al PSC y de la candidatura de Salvador Illa», ha dicho en declaraciones al programa «Converses» de Cope Cataluña y Andorra.

«Desde el punto de vista institucional y democrático es un hecho gravísimo, pero al final tampoco nos extraña», ha explicado Collboni para añadir: «Viene de unas fuerzas políticas que hace poco rompieron las normas del juego democrático proclamando la independencia de forma unilateral y con unas consecuencias evidentes: división social, crisis económica e institucional y sin ningún resultado». El PSC está estudiando las acciones legales y, según Collboni, «anunciarán en su momento si las llevarán a cabo o no».

1.500 millones de fondos europeos

En el plano municipal, el primer teniente de alcalde de Barcelona ha destacado la importancia y las oportunidades que generarán los fondos europeos para paliar los efectos de la Covid-19 en la ciudad de Barcelona. Tras realizar la semana pasada una gira por los Ministerios y quedar atrapado por la nevada en Madrid, Collboni ha anunciado la llegada a Barcelona de «una inversión de unos 1.500 millones de euros entre los años 2021 y 2026».

Para acabar de lograr esos fondos europeos «debemos tener los proyectos adecuados y desde el Ayuntamiento estamos trabajando en un centenar de todo tipo, desde la rehabilitación de edificios y barrios, a la movilidad eléctrica, la digitalización de las empresas y las administraciones y proyectos relacionados con la formación, para que la gente que esté en paro pueda encontrar trabajo con un cambio de perfil profesional».

Por ejemplo, Collboni ha señalado que el aumento de los parados en el sector servicios puede ser paliado con la facilitación de otros empleos, ya que «en un año debemos tener capacidad de que trabajadores de la hostelería, por ejemplo, puedan trabajar en instalación de placas fotovoltaicas, ya que tenemos 50 millones de euros de presupuesto para subvencionar y facilitar la instalación de placas solares y no se dispone de tantos instaladores».

El político socialista ha desmentido que Barcelona sea un infierno fiscal y señala que en el caso de otros impuestos no municipales, como el IRPF, transmisiones patrimoniales, sucesiones, sí que los barceloneses reciben más presión fiscal. «Si miras lo que paga un madrileño y un barcelonés en impuestos municipales y lo que recibe de prestaciones, es mentira que seamos un infierno fiscal».

Malestar por los cortes de luz

Collboni también ha mostrado su malestar por los cortes de luz que han dejado prácticamente a 300.000 personas sin suministro eléctrico de forma intermitente durante semanas a causa de las bajas temperaturas. «Es inadmisible que en un país moderno y una compañía abierta al mercado se produzcan cortes de suministro de tal magnitud, sobre todo en el peor momento, cuando hace más frío y hay menos horas de luz».

Los motivos de los cortes no son claros, pero se barajan dos posibilidades: cultivos de marihuana y personas vulnerables que pinchan el suministro eléctrico. «No creo que estos problemas sean de tal magnitud para producir estos cortes de luz», ha afirmado. Y apunta en otra dirección: «Hay un problema de infraestructura y de inversión que la compañía Endesa se ha comprometido a mejorar».

Sobre la prórroga de una semana más de las restricciones al comercio y la restauración, Jaume Collboni ha lamentado la «falta de apoyo económico y moral de la Generalitat hacia los sectores más afectados», y ha recordado que el Govern recibirá unos 3.600 millones de euros por parte del Gobierno de España para hacer frente a la crisis del Covid. «Actualmente -señala- aún no sabemos en qué ha invertido la Generalitat este dinero, pero en ayudar a los sectores afectados es evidente que no».

Collboni también ha justificado por qué a partir del lunes se tendrá que pagar para recargar los vehículos eléctricos en la ciudad de Barcelona. «¿Se imaginan al Ayuntamiento regalando gasolina a las gasolineras? La electricidad es una energía que cuesta dinero y todo el mundo tiene que entender que se tiene que pagar. Es un precio de mercado mucho más barato que el de la gasolina o gasoil». Jaume Collboni está convencido de que Barcelona se convertirá en una de las principales ciudades de Europa en puntos de recarga de vehículos eléctricos, pero no se puede regalar una fuente energética. Aun así, «durante un tiempo se ha fomentado la recarga eléctrica en la ciudad a un precio simbólico».

Asignatura metropolitana pendiente

En la semana que Pasqual Maragall ha cumplido 80 años, Collboni ha asegurado que «todos somos herederos de su legado». Ha recordado que cuando Maragall fue alcalde, tenía dos objetivos: los Juegos Olímpicos y la Barcelona metropolitana. «El primero lo logró, pero el segundo sigue siendo una signatura pendiente que se reconozca que es el motor económico y político de Cataluña».

Collboni se ha referido a la Barcelona real, incluyendo las dos comarcas del Vallés Oriental y Occidental, porque «cuando explicas lo que es Barcelona, nadie entendería que tiene solo 1,6 millones de habitantes, porque todos pensamos que realmente tiene 5 millones». Pese a reconocer que el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) es «un gran instrumento de gestión de servicios comunes», Collboni asegura que «no debe plantearse como contrapoder, porque una gran AMB debe jugar a favor de Cataluña, que no será plena hasta conseguir encajar el área metropolitana barcelonesa».

En cuanto a la salud de la coalición con los comunes, el líder socialista barcelonés asegura que «está funcionando bien», y ha recordado que la coalición se creó con el objetivo de evitar que un alcalde independentista liderase Barcelona. «Queríamos poner a Barcelona al servicio de los ciudadanos, no al servicio del independentismo», asegura. Añade que socialistas y comunes «no somos el mismo partido, pero no esperen que el PSC haga política a golpe de titular o busque enfrentamiento para conseguir relevancia pública, como hacen otros», ha afirmado en alusiones a lo que hace Podemos en el Gobierno presidido por Pedro Sánchez.

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