La joyería Rabat remonta la crisis reconquistando al cliente nacional

La emblemática cadena de joyerías prevé un 2022 de fuerte crecimiento tras el repunte de 2021

Jordi Rabat (i.), CEO y presidente de Rabat, junto a su padre Esteban, fundador de la firma
Àlex Gubern

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Cuando la crisis de la Covid se abatió sobre España , los distintos sectores económicos capearon el temporal con suerte desigual. Por razones obvias, y junto con la restauración y el ocio, los negocios más volcados al público internacional fueron los que más sufrieron. Entre estos sectores estuvo el de la joyería de lujo, con emblemas como la firma Rabat , que vio como de 2019 a 2020 las ventas se desplomaban, de los casi 120 millones del año preCovid, a los poco más de 70 del ejercicio siguiente.

Si 2021 ya ha sido de plena recuperación pese a unos malos primeros cinco meses, 2022 se afronta con un fundado optimismo, en buena parte gracias a la importantísima recuperación del cliente nacional, tal y como explica Jordi Rabat, CEO y presidente de Rabat , en un encuentro con los medios, un formato excepcional para una firma tradicionalmente con poca exposición mediática y que pretende abrir una nueva etapa de transparencia.

Si 2021 ha sido de recuperación –a falta de cerrar balance se calcula que las ventas llegarán a los 106 millones, regresando a la par a los números negros – es en buena parte por el importante repunte del cliente nacional, que antes de la Covid representaba un 40% de los compradores y que ahora, con el parón del turismo internacional, ya ronda el 70%, con un crecimiento del 55%.

Tienda y 'headquarter' de Rabat en Paseo de Gracia, al lado de la Pedrera

A falta de que los turistas extranjeros de alto poder adquisitivo vuelvan a tomar Paseo de Gracia –donde Rabat tiene su ‘headquarter’ en la emblemática Casa Codina – o la calle Serrano de Madrid –donde en la esquina con Jorge Juan tienen su tienda en la capital–, la recuperación del cliente nacional es importante para una firma que apoya el grueso de sus ventas en marcas externas, principalmente relojería, con gran peso del cliente extranjero, frente al 25/30% que supone la joyería de marca propia .

Jordi Rabat (1980) lidera desde 2018 las riendas del grupo, caracterizado por una prudencia en su crecimiento que, destaca su presidente, es la garantía de que las cosas se hacen bien. Con un razonable ratio deuda/Ebitda del 2,6% , la firma no contempla abrir su capital a externos, manteniendo el carácter familiar de una firma ahora con presencia en Barcelona, Madrid, Valencia, Tarragona e Ibiza.

Pioneros en España de una forma de entender la venta de joyas caracterizado por lo que definen como ‘ bar-showroom ’ no contemplan por ahora nuevos locales, aunque sí tiendas ‘satélite’ monomarca, para joyería por ejemplo, y que permitan presentaciones en sus tiendas centrales con menos producto pero mayor espectacularidad.

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