El Sónar se infiltra en territorio Gaudí para traerse al futuro el órgano del Palau Güell

El festival barcelonés expande las posibilidades del instrumento con el proyecto 'Hyperorgan'

El maestro organero Albert Blancafort junto al órgano del Palau Efe

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Un órgano de los de toda la vida, con sus tubos, sus teclas, sus registro y sus pedales, pero expandido más allá la vanguardia de la creación musical. 1.386 tubos y dos teclados manuales de 56 notas que son en realidad mucho más. Porque esto en realidad no es un órgano, sino un hiperórgano. Un instrumento con las raíces bien plantadas en el pasado y las antenas orientadas hacia el futuro con el que el Sónar apuesta por «ayudar a que el órgano salga de lo académico y llegue al público». «Forma parte del ADN del Sónar este tipo de proyectos en los que arte y la tecnología se ponen a trabajar juntos», explica el codirector del Sónar, Ricard Robles.

«Hay que abandonar la idea de que los órganos son un instrumento de iglesias», añade a su lado el maestro organista Albert Blancafort, responsable del órgano del Palau Güell, icono de la Barcelona modernista y para obligatoria de la ruta Gaudí que, entre el 15 y el 19 de junio, acogerá la primera experiencia sonora protagonizada por un órgano expandido digitalmente. O, lo que es lo mismo: el público que se acerque al palacete de Nou de la Rambla podrá asistir a una pionera sesión continua con una versión evolucionada del instrumento musical. Un órgano del siglo XXI que recibe la implementación de nuevas tecnologías digitales que hacen que los tubos suenen de manera diferente.

Detalle del órgano del Palau Güell Efe

En este sentido, la tecnología permite convertir el órgano en un sintetizador orgánico que modifica el timbre de las notas a través del uso de los tubos y con el que se pueden conseguir arpegios imposibles, clústeres de 50 u 80 notas, efectos sonoros... Además, el instrumento dispone de una entrada MIDI, lo que permite que pueda ser tocado por otros artistas no organistas a través de dispositivos electrónicos como tablets, ordenadores... Cualquier cosa con tal de «no tratar la tecnología como una caja negra», en palabras de Antònia Folguera, comisaria de Sónar+D.

El proyecto, fruto de la colaboración entre el maestro organero Albert Blancafort, el tecnólogo Santi Vilanova y los músicos berlineses gamut inc, cobra forma a través de 'Aggregate #10', pieza que sonará en forma de loops infinitos y que gamut inc compusieron a modo de 'trencadís musical', con un cruce de «geometrías naturales, matemáticas y sagradas», tras pasar varios días en el edificio de Gaudí en busca de inspiración. La idea de la composición es revivir el espíritu vanguardista de Gaudí y conectarla con el alma aventurera del Sónar, subrayando las posibilidades de combinar la energía acústica con las posibilidades digitales.

El órgano del Palau Güell preside el salón central del edificio construido por Gaudí entre 1886 y 1890, y se utiliza para sonorizar el espacio durante las visitas. Éste es el único espacio que Gaudí planteó con finalidad sonora y esto ha acabado haciendo del Palau Güell uno de los mejores espacios acústicos de Barcelona. La versión que se puede ver y escuchar actualmente es de los años 80 del siglo XX, ya que el original, un órgano de estilo romántico construido por Aquilno Amezua para el uso de las hijas del conde de Güell, Isabel y Maria Lluïsa, fue desmantelado durante al Guerra Civil y al posguerra.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación