Raquel Taranilla gana el premio Biblioteca Breve con «Noche y océano»

La autora barcelonesa afincada en Madrid urde una novela gótica con tintes de parodia

Raquel Taranilla Abel García Roure

Sergi Doria

Casi mil originales al Biblioteca Breve 2020 y una ganadora de los treinta mil euros del premio: Raquel Taranilla con «Noche y océano».

El jurado reconoció «el aspecto lúdico y paródico de una historia rebosante de humor inteligente y enorme energía expresiva, escrita con gran seguridad y aplomo del todo inesperados en una primera novela». Al leer el original, Lola Larumbe creyó que Raquel Taranilla era el pseudónimo de un autor experimentado, Pere Gimferrer detectó una novela «muy distinta a todas las demás» y Elena Ramírez subrayó referencias quijotescas.

El asunto: Bea, una doctora en Sociología, treintañera hastiada de la rutina académica y la precariedad, se entera por una noticia en el periódico del robo del cráneo de Murnau, el director de «Nosferatu» y «Tabú», dos títulos memorables del cine mudo. La profesora no alberga dudas sobre quién ha sido el autor del hurto funerario: Quirós, el vecino y amigo de la propietaria de la casona decadente que ha alquilado. Obsesionado con «Tabú, la obra póstuma de Murnau, Quirós enrola a Bea en sus investigaciones acerca del director germano. Comienza así una sátira de las investigaciones académicas. «He pasado más de la mitad de mi vida en la universidad, sin dejar de asombrarme ante las experiencias humanas e intelectuales (con frecuencia, bastante enfermizas) que allí se ponen en marcha»,

Una novela autobiográfica: «Bea es en muchas cosas como yo -subraya Taranilla-. Una profesora universitaria, lectora compulsiva con una vida laboral precaria». La protagonista simboliza, con deliberada y paródica profusión de citas y notas a pie de página, la inflación informativa de los tiempos digitales: «La exuberancia de autores y referencias transmite el empacho que genera el momento hiperconectado en que vivimos. Bea lo ha leído todo y en lugar de más sabia, se siente abrumada. Es una bulímica de la cultura, cada vez más enferma», añade la autora.

El título de «Noche y océano» alude a la oscuridad y el naufragio. «El robo de la cabeza de Murnau fue la espoleta para empezar a escribir sobre mis preocupaciones: la mitomanía, la necesidad de tener ideas e imágenes propias, la rentable opción de vampirizar las ideas de los muertos, todo ello muy conectado con el universo de Murnau». Preocupaciones tamizadas por la parodia: «Una huida, a la desesperada de loa académico porque de la seriedad sólo podemos librarnos con una risa un poco cabrona», acota la ganadora.

Lectora de Benet –«Volverás a Región»-, las «Memorias del subsuelo» de Dostoievski, los ensayos de David Foster Wallace –«Hablemos de langostas»- Taranilla no recibió de buen grado el «Aire de Dylan» de Vila Matas: «Me sentó como una patada en la cara por el tratamiento que daba a mi generación. Fue otro motivo para escribir esta novela».

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