Dalí y Rafael se reencuentran a la sombra de «Galarina»

El Teatro-Museo Dalí homenajea al pintor italiano singularizando la obra que al ampurdanés realizó inspirándose en «La Fornarina»

«Galarina», de 1945; y «La Fornarina», de 1520, en un montaje fotográfico ABC

D. M

La ensoñación ya venía de lejos y se tradujo el año pasado en un fructífero cara a cara entre «La ascensión de Santa Cecilia» y «La Virgen de la Rosa», por lo que a nadie debería sorprender que Dalí y Rafael se reencuentren ahora en la Sala de las Loggias del Teatro-Museo Dalí de Figueres de la mano de «Galarina» , óleo que el genio ampurdanés realizó basándose en «La Fornarina» del maestro italiano.

El cuadro, desplazado de su hábitat natural en la Sala del Tesoro y singularizado coincidiendo con el quinto centenario de la muerte de Rafael de Urbino, estaba considerado por el propio Dalí como su «primer ensayo de obra maestra», tal y como dejó anotado el pintor catalán en un manuscrito que se reproduce también en la exposición. «Nos remite a su meticulosidad y su obsesión para alcanzar la perfección de los grandes maestros del pasado», destaca la directora de los Museos Dalí, Montse Aguer, para quien «Galarina», fechada en 1945, durante su época americana, marca el regreso del ampurdanés al «al clasicismo más absoluto» en plena época centrada en la mística nuclear.

La influencia de Rafael, que además de grandes alegrías también le costó la expulsión de la Academia de Bellas Artes de San Fernando (declaró incompetente al tribunal que debía evaluarlo porque, dijo entonces, sabía más él sobre el italiano que los tres profesores juntos que iban a juzgarlo), salta a la vista: ahí está Gala, con un pecho desnudo y una actitud ligeramente hierática, dialogando sin ambages con Margherita Luti, la la amante de Rafael que aparece semidesnuda tocándose el pecho izquierdo con la mano contraria. En el caso de Gala, añade Aguer, merece la pena detenerse en su brazalete, representación de «la serpiente mítica de los antiguos egipcios que habla de unidad material, espiritual, deseo de creación y de transformación».

En Figueres, y a la espera de que en noviembre de 2020 llegue a la ciudad el óleo «El Cristo de Portlligat», procedente de la galería Kelvingrove de Glasgow, «Galarina» se hace acompañar de la reproducción de la obra de Rafael, cortesía de la Galería Nacional de Arte Antiguo de Roma), así como del dibujo 'Estudio para Galarina', que habitualmente se encuentra en la Sala del Palacio del Viento del Teatro-Museo. La exposición se completa con dos fotografías Dalí y de Gala en la Knoedler Gallery de Nueva York en 1943, año en que el artista anuncia que está trabajando en «Galarina».

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