Susana Beltrán - Tribuna Abierta

La trama opaca

¿Qué habría pasado si Putin hubiera reconocido la independencia de Cataluña? Ahora parece exagerado, de capítulo de las teorías de la conspiración, pero vuelvan la vista atrás

Puigdemont, el día de su investidura en 201 AFP

Susana Beltrán

Para qué sirve un parlamento si no es para controlar la acción de gobierno? ¿Y para qué sirve la transparencia si no es preventiva de delitos y corrupción? Me sorprende que en estos días, que han aparecido más informaciones, como la del ‘New York Times’, sobre una posible implicación de Rusia con la secesión de Cataluña, no hayan saltado más alarmas.

¿Qué habría pasado si Putin hubiera reconocido la independencia de Cataluña? Ahora parece exagerado, de capítulo de las teorías de la conspiración, pero vuelvan la vista atrás.

Los meses que precedieron a la declaración unilateral de independencia, en octubre de 2017, el Gobierno de Puigdemont y sus consejeros, día sí, día también, alardeaban en el Parlamento de Cataluña de que estaban preparando las «estructuras de Estado». Los videos de sus intervenciones son públicos. ¿Por qué habría que dudar de sus palabras? Si, además, se suma la negativa del Ejecutivo a proporcionar a los diputados la información solicitada sobre los preparativos de esas estructuras y el dinero gastado, las sospechas de que algo grave hacían eran fundadas. Nada supimos de lo que hacían los delegados en el exterior, de los informes de los ‘lobbies’ contratados especializados en secesiones, de los vínculos de Diplocat o de los documentos enviados a las cancillerías extranjeras.

La transparencia brilló por su ausencia, y siguió, como la negativa a proporcionar la agenda del señor Alay, jefe de la Oficina de Puigdemont.

Espero que la petición de investigación solicitada por el Parlamento Europeo sobre los vínculos del separatismo con Rusia prospere, pero eso no restituye lo que ya se perdió. De haber sabido, en tiempo real, de los viajes o las reuniones que mantuvieron en aquel país, o en otros, tal vez tendríamos un escenario distinto al que el 6 y 7 de septiembre de 2017 envalentonó a los separatistas a derogar la Constitución y el Estatuto de Autonomía en el Parlamento catalán.

Hay que exigir transparencia para que no vuelva a ocurrir nada semejante. Gobierno y altos cargos han de publicitar sus agendas y explicar qué hacen, cuando lo están haciendo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación