Joan Carles Valero - Letras expectativas

Resetear el periodismo

Al igual que las computadoras, necesitamos detenernos y encontrarnos a solas con nosotros mismos para reanudar el sistema operativo de nuestra existencia

Joan Carles Valero
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Todo comienzo de año facilita los buenos propósitos. Son fechas que invitan a emprender mejoras y que actúan como palancas temporales para activar giros en nuestras vidas. Como hoy es el día de Reyes, me concedo la licencia de hilvanar una lista de deseos para mi profesión, inmersa en una tormenta perfecta, consciente de que el verdadero origen de la crisis del periodismo arranca de la extendida percepción social de que nuestro trabajo es gratis total y no vale la pena pagar ni un céntimo. Una percepción abonada por el propio sector cuando decidió regalar su trabajo en la red, ansioso por aumentar las audiencias.

El periodismo, como cada uno de nosotros en lo personal, necesita renovarse. Máxime, a tenor de los vicios y errores que los periodistas cometemos constantemente.

Empezando porque no se puede obviar algo básico: escribir bien.

Diariamente nos encontramos con faltas de ortografía y errores en los medios, especialmente en las ediciones online. No se puede atribuir la culpa a la velocidad, ni a la precariedad laboral, ni a las múltiples tareas que los periodistas nos vemos obligados a realizar. Nada de eso debe impedir que un artículo esté bien escrito. También se cometen excesos con los programas de retoque digital de fotografías porque deforman la realidad, hasta el punto del escándalo en algunas revistas de moda y tendencias.

La misma excusa de las prisas se alega en errores que rayan en lo ridículo, como la confusión del logotipo de Estado Islámico con el de la Alianza Rebelde de La Guerra de las Galaxias en algunas informaciones sobre los atentados en Paris. Es solo un ejemplo de la falta de contraste de las noticias, una práctica que desgraciadamente está cada vez más extendida. Acabar con los bloques electorales y las ruedas de prensa sin preguntas, exceso en el que incurre todo el arco parlamentario, del PP a la CUP, completan los deseos de una profesión que si de verdad quiere renovarse, debe recuperar el espíritu de servicio, otro básico del periodismo.

Porque lo relevante ante la crisis es la actitud que adoptamos. Muchos son los ciudadanos que colapsan como nuestros ordenadores cuando son inoculados por el virus del desempleo, la desesperanza o cuando se bloquean bruscamente ante la cantidad de tareas abiertas. La solución es siempre reiniciar. Al igual que las computadoras, necesitamos detenernos y encontrarnos a solas con nosotros mismos para reanudar el sistema operativo de nuestra existencia. En definitiva, «resetear» nuestras vidas, nuestra profesión para, reanudándolas desde el compromiso, reemprenderlas con plenitud.

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