Implantar cambios urbanísticos puede mitigar las olas de calor

Colocar pavimentos permeables en vez de hormigón y asfalto, edificar formando cañones por los que circule el aire, cambiar el color de fachadas y aumentar las zonas verdes haría bajar la temperatura media en las ciudades unos 2ºC, según el Centro de Política del Suelo y Valoraciones (CPSV) de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).

El CPSV, que ha simulado los efectos del calor y del cambio climático en el Área Metropolitana, denuncia que actualmente los planes urbanísticos no tienen en cuenta la evaluación climática de las zonas urbanas y metropolitanas, a pesar de que el aumento del calor afecta a la salud de las personas e incrementa la mortalidad, según Efe.

El estudio, dirigido por el profesor de Arquitectura Josep Roca, concluye que el efecto de «isla de calor» –mayor temperatura que en la periferia– se debe a la falta de vegetación, la impermeabilización del suelo y el uso de materiales como el asfalto y el hormigón, que por la noche desprenden el calor acumulado durante el día, igual que vehículos, alumbrado y climatización.

Zonas más cambiantes

Según los indicadores de la simulación, los puntos más calientes de día y más frescos de noche, a escala metropolitana, están generados por las actividades económicas de logística, industrial, y terciaria y de servicios.

En Barcelona, por ejemplo, lo son el área del recinto ferial de Montjuïc y las zonas con centros comerciales –que habitualmente tienen cubiertas metálicas–. El estudio constata que las calles y las zonas más edificadas mantienen de noche el calor acumulado durante todo el día y, por el contrario, las zonas verdes son las más frescas.