Un equipo de fútbol infantil de Segovia, a punto de ser descalificado por tener a una niña en sus filas

Con pancartas, un remolque preparado para el paseo y hasta baño en la fuente. Así han recibido en la localidad segoviana de Zarzuela del Pinar al equipo infantil de fútbol sala tras proclamarse campeones de Castilla y León. Y es que su triunfo es mucho más que una sucesión de victorias en el terreno de juego, vivida con más ilusión que alzarse con la Champions. Es un clamor a favor de la igualdad, de la no discriminación y un grito para que se tenga en cuenta la realidad de los pueblos.

Una victoria con nombre propio: Marta. La pequeña que ha tenido que ver desde la banda cómo sus compañeros conquistaban el título. Después de jugar toda la temporada con ellos, esta chica se vio apeada de la competición por ser eso, niña, en unos partidos, en principio, masculinos cuya sola presencia a punto estuvo de apear a todo el bloque de intentar tocar la gloria de su modesta categoría para niños de 12 a 14 años en la que lo único que buscan es «jugar y pasarlo bien», destaca su entrenador, Luis Tapia, entregado a la formación de los más pequeños y que ha pasado días de «muchos desazones».

Sin problemas durante toda la campaña de partidos dentro de las Escuelas Deportivas organizadas por la Diputación de Segovia, el equipo de Zarzuela del Pinar fue el mejor entre todos los pueblos y superó también la fase provincial. De ahí, directos a la primera ronda regional:un triangular con los representantes de Valladolid y León. Con un inapelable 10 a 0 en el marcador, los segovianos superaron el primer partido. Y todo parecía discurrir sobre ruedas tras imponerse con un contundente 11 a 0 a los leoneses.

Un pueblo volcado

Pero con el pitido del final del partido llegó la «sorpresa», y comenzaron los problemas. El entrenador del rival recurrió por «alineación indebida» al haber una niña entre sus filas. Parecía el fin de un sueño y el principio de una pesadilla que despertó la indignación no sólo de Zarzuela del Pinar, sino de buena parte de su entorno, volcados con Marta y familia.

Dos alegaciones, con resultado desfavorable, por «desconocimiento» de la norma y contar con el visto favorable de la Junta de Castilla y León –donde entregaron todos los papeles, con el DNI de los jugadores, incluidos– parecían el final a las ilusiones. Y de la emoción de verse clasificados en la cancha, a la desesperanza llegada de los despachos de no poder jugar. Pero, con resisencia numantina y cuando casi daban por descartado poder hacerlo, el colegio leonés de Nuestra Señora del Carmen retiró la queja.

Pasaporte directo a la recta final por el título de la Comunidad, con sede precisamente en León, y dos días de convivencia con otros equipos de la Comunidad que también formaban parte del premio y del que se han llevado los recuerdos de «una experiencia muy bonita». Marta ha podido viajar este fin de semana junto a sus compañeros, pero no jugar. Es la espinita que llevan clavada. Ni siquiera le dejaron recoger en la pista el trofeo tras ganar su equipo el primer día en los penaltis al bloque burgalés de Belorado y sentenciar la competición el domingo con un 11 a 2 frente al instituto de Cistierna (León), aunque sus compañeros se lo llevaron a la grada. Era el particular premio y homenaje que éstos querían brindarle, como «una más del equipo que es».

Ilusión

«No puedes quitar esa ilusión de jugar al fútbol a una niña», señala el entrenador de este chica que apunta maneras y lo mismo juega de cierre, que de ala que suple al portero cuando no está.

«Muy contentos y emocionados» están Luis y sus chicos (Juan, José Luis, Ismael Mateo, Jorge, Carlos, Iván, Ismael Domingo, Iker, Sergio y Pablo, al igual que Pablo, Jaime, David y Esteban, los pequeños que se quedaron en casa ) por la victoria y,«además de por lo deportivo, por todo lo que se ha vivido» en un pueblo de menos de 500 habitantes volcado con los suyos.

Ahora, en este pequeño David seguirá peleando contra Goliat, haciendo fuerza para que se entienda su situación, la de todos esos pueblos pequeños –el 75% de los municipios de Castilla y León no superan los 500 habitantes– donde si ya es difícil configurar un equipo masculino de fútbol -tuvieron que reconfigurar el equipo con jugadores federados del Instituto Vega del Pirón de Carbonero el Mayor, ya que los más pequeños no podían jugar la fase regional–, hacer uno femenino es misión imposible. Pero su lucha no acaba aquí, seguirán peleando por «ayudar a Marta y a muchas chicas y ayudar al medio rural», para que se cambien las normas.

En las competiciones de la Federación de Castilla yLeón de Fútbol, hasta los 14 años pueden jugar equipos mixtos y reclaman que sea igual en las de la Junta. Por el momento, reconocen que han sentido «el apoyo» de la Diputación y la administración autonómica y que las han prometido que lo estudiarán.

La suya ha sido una victoria por Marta, por la igualdad y por los pueblos.