Tres empresas de distribución se suben al plan para abrir tiendas en los pueblos

Si los servicios públicos son importantes, casi es igual de importante tener un sitio en el que poder adquirir productos básicos como pan o leche». Son palabras que la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, pronunció ayer durante la firma de un convenio de colaboración con las tres primeras empresas de distribución dispuestas a favorecer la apertura de tiendas en el mundo rural. Y es que el escenario actual no puede ser más sombrío, ya que de los 2.248 municipios con que cuenta Castilla y León, 733 -con una población superior a los 85.000 habitantes- no tienen tienda alguna en la que poder comprar los artículos más elementales. Un panorama más negro aún si se tiene en cuenta que el comercio es uno de los elementos que más contribuye a fijar población y crear empleo.

Con este escenario, tres firmas han sido las primeras en responder a la llamada de la Junta para impulsar la apertura de establecimientos en el mundo rural, si bien el acuerdo está abierto a la incorporación de más compañías. Se trata de General Markets Food Ibérica, Supermercados Sabeco y Supermercados La Salve, las tres con especial presencia en las localidades más pequeñas de la geografía. La primera cuenta con una red de 186 supermercados en Castilla y León -de los que 30 son franquiciados bajo la marca Suma y 17 como Proxim- y seis mayoristas como GMcash. Sabeco es una filial de supermercados en España del Grupo Auchan, también presente a través de la cadena Alcampo, la promotora Immochan y la financiera Accordfin. En la Comunidad, dispone de 19 supermercados -10 de ellos franquiciados- y cuatro hipermercados, estos últimos bajo las marcas Alcampo e Hipersimply. Por último, Supermercados La Salve nació como cooperativa en Arrabal de Portillo (Valladolid), y abrió su primera tienda en 1982 en el municipio vallisoletano de Íscar. Su red de establecimientos se extiende por esta provincia y está compuesta por 23 tiendas, aunque está también presente en Ávila y Segovia.

Pilar del Olmo firmó el convenio con responsables de estas tres firmas cuyo principal objetivo es mejorar el abastecimiento de productos de primera necesidad en el mundo rural, tal y como recoge el III Plan de Comercio. Se trata de detectar posibles nichos de negocio, haciendo compatibles la búsqueda del beneficio empresarial y del bienestar de la sociedad. En este punto, la consejera de Economía y Hacienda hizo especial énfasis en la «responsabilidad social corporativa» que han demostrado las empresas firmantes, ya que «hablamos de un servicio social». De esta forma, el convenio se estructura en dos esferas: la de mercado y la de la economía social. En el caso de la primera, las compañías distribuidoras asumen el compromiso de aportar un análisis de su implantación en el territorio -concretando si es bajo la fórmula de tienda propia, franquicia o cooperativa, entre otras- y de sus posibilidades de crecimiento. Además, estudiarán la apertura de su cartera de proveedores a nuevos clientes locales. La Junta, por su parte, se compromete a trabajar en la prospección y desarrollo de iniciativas empresariales; a conectar a las industrias castellanas y leonesas de la distribución con negocios emergentes o consolidados; a proponer las zonas más propicias para la instalación de tiendas en función de las necesidades detectadas y, finalmente, a favorecer la implantación de tejido comercial a través del catálogo de apoyos y ayudas de la Lanzadera Financiera.

Precisamente, Pilar del Olmo recordó que hasta el 15 de noviembre está abierto el plazo para que los emprendedores que quieran abrir una tienda accedan a subvenciones que pueden llegar al 85 por ciento de la inversión, a las que se puede sumar las ayudas por autónomos o por empleo femenino.