El PP cae hasta los 15 diputados y C’s adelanta al PSOE en dos escaños

En tres colores -el azul PP, el rojo PSOE y el naranja Ciudadanos- con algún pequeño destello del morado Podemos. Así se dibuja el resultado de las urnas en Castilla y León el próximo 20 de diciembre, según una encuesta de GAD3 para ABC, que confirma que los populares siguen siendo la fuerza mayoritaria en la Comunidad, aunque tocada y a la baja; los socialistas se hunden, mientras que C’s se engancha al flotador y se convierte en el segundo partido con más apoyos, a la vez que Podemos pincha y se tendrá que confirmar con un único parlamentario por esta Comunidad.

El sondeo, elaborado entre el 16 de noviembre y el 11 de diciembre, augura un mapa político muy diferente al de los últimos tiempos, donde PP y PSOE se repartían el pastel.

Sin embargo, de cara al próximo mandato apunta a que habrá más comensales y algunos llegan con «hambre», aunque otros se tendrá que conformar casi con las «migas».

Los populares continúan, según la encuesta, siendo el partido dominante, aunque las medidas y recortes durante los últimos años del Gobierno de Mariano Rajoy pasan factura y perderían la mayoría en el reparto de los 32 escaños que se eligen entre las nueve provincias. Se quedarían justo por debajo, con 15 señorías. Son seis menos que en los comicios de 2011, cuando despuntaron hasta las 21 actas. Lejos queda su techo, en los tiempo triunfantes de José María Aznar (1996 y 2000), cuando llegaron a copar 22 diputados. Pese a que caen por debajo del nivel marcado en el momento del auge de José Luis Rodríguez Zapatero y los 18 escaños cosechados en 2008, en el PP aún se mantienen por encima de su suelo, el marcado en 1982 por la alianza AP-PDP, con 13 parlamentarios.

Los populares consiguen mantener el tipo en Ávila y Zamora (con dos de los tres diputados a repartir) y Soria (con uno de dos). Sin embargo, en otras seis provincias pierden uno en cada una, de modo que se quedarían con dos en Burgos, León, Salamanca y Valladolid; y uno en Palencia y Segovia. Pese a la merma, la formación encabeza por Juan Vicente Herrera en Castilla y León continúa manteniéndose a una importante distancia de sus competidores. El más cercano, en este caso Ciudadanos, se sitúa a seis diputados de distancia.

Suelo

No pintan mejor las cosas para el PSOE. Pese a no tener responsabilidades de gobierno en los años duros de la crisis, sigue sin remontar del castigo infligido por las urnas en 2011 y el «mal» resultado de entonces será aún peor el próximo 20 de diciembre. Los socialistas sólo lograrían amarrar 7 de los 32 escaños en juego. Suponen la mitad de los logrados en los tiempos del auge del leonés Zapatero (14 diputados en 2008) y una pérdida de cuatro actas respecto a los 11 que ya supusieron un duro palo hace cuatro años. Hay provincias, como Ávila y Soria, donde desaparece la representación de la formación de la rosa en la Carrera de San Jerónimo al quedarse sin el único acta que tenían hasta ahora. En el caso abulense, donde el partido sigue en manos de una gestora, acusan los continuos enfrentamientos protagonizados por los suyos. En Soria, ni siquiera el tirón de Carlos Martínez, el único alcalde bajo las siglas socialistas que gobierna con mayoría absoluta, y el hecho de que tras los resultados municipales del pasado mes de mayo sirven para mantener a flote al PSOE, que naufraga y queda fuera del reparto de las dos actas en juego por esta provincia.

En las otras siete, quedan reducidos a la mínima expresión, con un solo parlamentario elegido con las papeletas con el símbolo de la rosa.

Y lo que pierden populares y socialistas lo gana en su mayor parte Ciudadanos, pues Podemos únicamente consigue arañar un escaño en León. En el resto de provincias, la formación de Pablo Iglesias -que en las autonómicas fue el tercer partido más votado, logrando 10 de los 84 escaños del Parlamento regional- se estrena en las urnas sin éxito traducido en escaños. Lo contrario a los de Albert Rivera, que debutan en las generales convirtiéndose en la segunda fuerza con más apoyos en Castilla y León, destronando de ese puesto al PSOE, que la venía ocupando desde hace décadas.

Ciudadanos conseguiría, según el sondeo de GAD3, nueve diputados, dos más que los de Pedro Sánchez. Lograría representación en el Congreso por todas las provincias, salvo por Zamora. Y en Valladolid irrumpiría con dos actas de las cinco que corresponden a esta circunscripción, situándose al nivel del PP y por delate del PSOE.

Zamora es la única de las nueve provincias en la que no se darían cambios en el reparto, con dos actas para la gaviota y una para la rosa. En León y Valladolid, las circunscripciones más grandes (se eligen cinco) las dos fuerzas tradicionales ceden terreno a las emergentes, aunque de forma diferente: mientras en tierras leonesas el desgaste de PP y PSOE beneficia a Ciudadanos y Podemos a partes iguales; en las vallisoletanas la formación naranja «se come» el terreno cedido por ambas.

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