Salida de la Audiencia Provincial del que fuera pareja de Isabel Carrasco, Jesús López Brea
Salida de la Audiencia Provincial del que fuera pareja de Isabel Carrasco, Jesús López Brea - POOL
JUICIO POR EL CRIMEN DE CARRASCO

La pareja de Carrasco: «Desde aquel 12 de mayo mi vida se acabó»

El controlador de la ORA aseguró que Raquel Gago tenía una visión perfecta de su vehículo

LEÓN Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La quinta sesión del juicio por el asesinato de Isabel Carrasco comenzó con la declaración de la vecina de la víctima que dijo haber sido testigo de las vigilancias que Montserrat y Triana habrían hecho a la víctima. También prestaron testimonio el ex presidente de la Diputación, Marcos Martínez, el novio de la Isabel carrasco, Jesús López Brea, y el controlador de la ORA que estaba conversando con la policía local Raquel Gago cuando Triana depositó en su coche el revólver con el que su madre había matado a Carrasco.

La vecina de Carrasco relató la conversación que mantuvo con Montserrat González cuando ésta la increpó sobre su presencia constante en la zona: «Me dijo que no llamara a la policía, que se marchaba y no volvió».

La mujer pensó en un principio que Montserrat podía ser una escolta aunque también que podría tratarse de una terrorista. Finalmente y después de observar a Montserrat entre enero y marzo de 2014 merodeando junto a la casa de Carrasco, optó por llamar a la Policía. «Conté lo que estaba pasando, me dijeron que me relajara y que iban a mandar una patrulla», explicó.

Seguidamente le tocó el turno al expresidente de la Diputación de León y alcalde de Cuadros, Marcos Martínez, que declaró que conoció directamente la enemistad que Montserrat y Triana profesaban a Carrasco cuando ambas acudieron a la institución para que él las recibiera y se quejaron del trato que recibía la joven.

También aludió al momento anterior en el que Triana le pidió que le entregase las preguntas del examen que la joven iba a hacer para acceder a una plaza de ingeniero de telecomunicaciones, porque Carrasco se las había negado, cosa que también hizo él.

Respecto al poder de la política para designar y controlar la elección de candidatos electorales manifestó que «como mucho, podía tener conocimiento o hablar del cabeza de lista. Es imposible que controlase los 211 municipios».

Marcos Martínez se refirió también su amistad con la víctima, dijo que «no sólo hablábamos de trabajo y política sino de temas personales» y sobre la posibilidad de que Carrasco le hubiera hecho un proposición sexual a Triana señaló que le parece «una patraña terrible, de lo más feo que he oído en mi vida».

Por último, Martínez declaró que en la tarde de los hechos había dejado a Carrasco en su casa para encontrarse posteriormente con ella en la sede del PP, desde donde iban a viajar con otros compañeros a Valladolid para asistir a un mitin con Mariano Rajoy en Valladolid. «Bajé del coche y oí las detonaciones y pensé que eran petardos. Estaba al lado de la pasarela y como Isabel no llegaba cruce el paso de peatones en dirección a la sede del partido y me encontré con el novio de la política. Pasaron a nuestro lado vehículos policiales y decidió llamarla por teléfono, pero no hubo respuesta», rememoró.

Envidia

La siguiente declarante, amiga de de Triana Martínez y trabajadora de la Diputación de León, afirmó que Montserrat le dijo en una ocasión que Isabel Carrasco le tenía envidia a su hija. La mujer, que señaló que su trato con la joven acusada no era muy estrecho, sí reconoció que su amiga se quejaba porque «había hecho mucho por la Diputación y así se lo estaban pagando». También declaró que era «una persona influyente y pienso que podía influir», sobre la posibilidad de que Carrasco tuviera un papel determinante en las cuestiones de las que se lamentaba Triana, como no conseguir la plaza que en teoría era para ella.

A continuación, compareció el primer letrado que asistió a madre e hija después del asesinato, requerido por el comisario esposo y padre de las acusadas, Fernando Cornejo. Éste explicó que asistió a las declaraciones de Montserrat y Triana ante la Policía. «Me chocó que no hubo interrogatorio y me sorprendió mucho y lo hice constar, que cuando Montserrat declaraba, hablaba de los hechos con total normalidad, con frialdad, pero cuando habló del acoso que sufría su hija, no se la entendía, se embarullaba, estaba como muy nerviosa; era como si hubiera dos personas allí. Había una dicotomía y pedí que la examinara un forense», manifestó.

Cuando Triana también desoyó su consejo de no declarar y lo hizo, le sorprendió «el detalle de la declaración, idéntica a la de su madre y una frase supuestamente dicha por la madre a la hija diciendo «deshazte de ésto» -el bolso que contenía el revólver-». El letrado aseguró que no le comentaron la posibilidad de que hubieran alcanzado un trato con los policías y detalló que no habló posteriormente con Montserrat por decisión de la juez instructora del caso. En el juzgado, recordó, le llamó la atención «el tono del señor fiscal, que en algún momento se mofaba de la declaración de las acusadas».

Seguidamente llegó el turno de la que fuera pareja de Isabel Carrasco durante una década, Jesús López Brea. Se mostró abatido preguntado por su situación desde lo ocurrido: «Desde el día que la vi tirada en el suelo mi vida se acabó. Estoy intentando recomponerla, no sé de qué forma ni de qué manera. No tengo nada, estoy en el paro, buscando trabajo y el desempleo se me termina en diciembre. Estoy intentando entrar en Madrid y sacar fuerzas de no sé dónde para intentar seguir con mi vida», manifestó.

El novio de Isabel Carrasco relató también que Monserrat le pidió que intercediera ante la presidenta de la Diputación para que Triana lograse la plaza de oposición convocada en la Diputación e incluso le pidió las preguntas de la prueba.

Raquel tenía visión total del coche

El controlador de la ORA que estaba charlando con la agente municipal Raquel Gago cuando Triana dejó en su coche el arma con el que su madre mató a Isabel Carrasco declaró que estaban enfrascados en una conversación cuando aquella se acercó y dijo «Abre. Ahora mismo vuelvo, voy hasta la frutería», le dijo y oyó el sonido de la puerta al cerrarse. Añadió que Raquel tenía una visión total del coche mientras hablaban y que supone que tuvo que ver que su amiga introducía algo en el interior.

A su vez, Manifestó también que no percibió una actitud especial en Raquel y que después de irse Triana no notó ninguna alteración de la agente, ni en el control ni en la atención.

El séptimo declarante en discordia fue una amiga de Raquel Gago y compañera del taller de restauración al que asistía la agente y con quien estuvo en la tarde del 12 de mayo. Le contó a las 20.15 horas que habían detenido a Triana y a su madre por la muerte de Isabel Carrasco y le dijo que estaba «desconcertada, bloqueada, que no entendía lo que había pasado». Además añadió que en el taller la vio «completamente normal, para nada bloqueada, como siempre y me pareció coherente su explicación de por qué llegaba tarde» y no dudó en afirmar que se ha visto implicada «en algo en lo que ella no tenía nada que ver».

«Un poco presionada»

Cuando le tocó el turno a la responsable del taller de restauración al que acudía Raquel Gago declaró que se sintió «un poco presionada» por la jueza en el interrogatorio al que fue sometida. También señaló que firmó su propia declaración sin leer su contenido. Respecto a la tarde de los hechos, señaló que «nadie estuvo normal» desde que se tuvo conocimiento de la muerte de Isabel Carrasco.

Por su parte, el coordinador cultura de la Casa de Cultura de Trobajo del Cerecedo, donde se imparte el taller, vio a Raquel «totalmente normal» cuando volvió a última hora de la tarde al centro a dejar una puerta. «Es una persona que echa un mano a los compañeros, responsable», dijo sobre la agente para concluir su declaración y a preguntas del letrado de Gago.

Por último, el agente de la Policía Local de León, que patrullaba con Raquel Gago habitualmente durante el último año, declaró en el juicio que le hizo una llamada a la acusada el día de los hechos -media hora después- para comentarle que habían asesinado a Isabel Carrasco, que estaba detenida la madre de su amiga y Triana, que se encontraba en el mismo lugar. La agente mostró sorpresa con un «pero qué me estás contando» y no le comentó que hubiera visto a su amiga minutos antes ni que había tomado un té con ella y su madre esa misma tarde.

A las 18.33 horas Raquel le llamó para preguntarle por la situación y él le dijo que las habían llevado a comisaría. Raquel volvió a llamarle con posterioridad para interesarse por el asunto y a él le extrañó que Gago dijera que ya llamaría a Triana para preguntar sobre el asunto, cuando ésta ya estaba detenida y ella lo sabía.

Respecto a la vida personal de Raquel explicó creía que Triana y ella eran muy amigas «porque hablaban habitualmente» y que en los años en los que la conoce nunca había «encontrado ningún signo de afecto hacia mujeres ni hacia hombres». Por eso, explicó, es por lo que en su momento declaró que no le extrañaría que su compañera y Triana «podrían ser pareja».

Mañana se reanudará la sesión con las declaraciones del novio de Raquel, sus hermanos, amigas y agentes policiales.

Ver los comentarios