Industria: recuperar el terreno perdido

Los planes de reindustrialización de la Junta tratan de devolver la importancia económica a ciertas zonas de la región

Instalaciones de la empresa Aleia Roses en Soria ICAL

IVÁ TOMÉ

Corren malos tiempos para la economía y las empresas de ciertas zonas de Castilla y León. Problemas que trascienden a la región, a la población y, sobre todo, a los jóvenes, que ven las pocas posibilidades que hay para labrarse una carrera prometedora en la Comunidad donde han nacido y crecido. La minería en municipios de Palencia y León corre un serio peligro, así como la provincia de Soria o la localidad de Miranda de Ebro, a lo que se suman Béjar y Benavente.

Con la intención de que esas zonas resurjan de sus cenizas y vuelvan a tener la fuerza económica que tenían años atrás, la Junta de Castilla y León ha lanzado y lanzará planes de Dinamización Económica e Industrialización para fomentar el emprendimiento y apoyar al sector empresarial que actualmente está en activo.

Uno de esos proyectos es el que afecta a 81 municipios leoneses y palentinos con características socioeconómicas y demográficas similares y padecen las consecuencias de la «reestructuración de la minería del carbón». Ante el descenso de este importante motor económico, evitar una posible sangría poblacional se convierte en un objetivo primordial, además de encontrar otro sustento económico, que en el caso de este tipo de localidades, la industria se alza como el sector en ascenso, así como el turismo. En este sentido, el Plan de Dinamización Económica de los Municipios Mineros 2016-2020, tiene siete ejes específicos , en el que mantener las reivindicaciones ante las instituciones nacionales y europeas para «asegurar el futuro de la actividad extractiva» y encontrar nuevas iniciativas para usos alternativos del mineral se erigen como los más importantes.

Según el alcalde de Bembibre, José Manuel Otero, regidor de uno de los pueblos mineros de El Bierzo Alto que han sufrido un descenso poblacional, una de las claves para dar la vuelta a la tortilla es «potenciar el turismo» y reinventarse poniendo en alza la gastronomía típica de las provincias y de los municipios, como el botillo en su caso concreto. En esto mismo se basa también uno de los ejes del Plan de Dinamización, en aprovechar los recursos endógenos, el comercio, la artesanía y el turismo, además de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), con lo que se fomenta el emprendimiento de este tipo de compañías.

Fijar población en Soria

Soria es otra de las zonas de Castilla y León que han perdido cierta importancia económica en los últimos años, además de perder población a raudales. Por esa razón, para tratar de fijar la población, hasta el próximo año 2020 se dotará a la provincia de al menos 260 millones de euros para poner en marcha acciones y proyectos concretos para reactivar la demografía de la zona.

Para ello, los fines que se quieren alcanzar con el plan son el fortalecimiento del tejido empresarial, la potenciación de los sectores vinculados a los recursos endógenos de la provincia, la mejora del entorno para atraer a posibles emprendedores y actuaciones institucionales para alcanzar los objetivos. En este sentido, la misión es conseguir al menos 10 proyectos de inversión para la provincia que generen puestos de trabajo y refuercen la capacidad innovadora del tejido productivo soriano. Por otra parte, sacar el máximo partido a las características diferenciales de Soria es otra de las potencialidades que se intenta impulsar. Por esa razón, sectores como la floricultura, la horticultura, la fruticultura y la agricultura ecológica se alzan como esenciales para la recuperación de la provincia.

Central nuclear de Garoña ICAL

Una de las apuestas más grandes en este sentido es la compañía Aleia Roses, el mayor invernadero de rosas ubicado en Garray, que el pasado mes de abril anunció que en este año invertirá más de 20 millones de euros para ampliar sus instalaciones, además de aumentar la producción. Se trata de una compañía que, desde 2015, han doblado su plantilla, pasando de los 180 empleados a los 360 en tan solo 3 años.

La oferta turística y cultural también se trata de poner en valor para obtener beneficios económicos a partir del turismo. Así, cobra especial importancia el Festival de Cortos de la provincia, además de la estación de montaña de Urbión o los congresos ligados a la micología típica de Soria. Y para evitar la emigración del talento y retenerlo, se fomenta la colaboración entre organizaciones empresariales y los agentes sociales para tejer una red de profesionales con interés de trabajar en esta zona en concreto.

Revertir la deslocalización

Miranda de Ebro es otra de esas zonas económicas que en los últimos años ha visto cómo su economía se ha visto golpeada, sobre todo por la deslocalización y el cese de actividad de empresas vinculadas a la localidad, como el reciente caso de Siemens Gamesa o la central nuclear de Garoña. Por esta razón, y porque es una zona, según la Junta de Castilla y León, con «especial trascendencia para la industria de la Comunidad» por su localización geográfica y su cercanía al País Vasco, se decidió poner en marcha el Programa Territorial de Fomento para Miranda de Ebro. En el mismo, las medidas previstas se basan en bonificar hasta el 50 por ciento el precio de la venta de suelo industrial hasta el 31 de diciembre de 2019. Asimismo, se apoyará con financiación para «todo proyecto viable» y se llevarán a cabo acciones en materia de diversificación de infraestructuras logísticas. Por último, la apuesta por la innovación es otro de los ejes importantes en el plan, con lo que la ayuda a la Fundación Centro Tecnológico de Miranda de Ebro para la puesta en funcionamiento de nuevo equipamiento y poder trabajar en en desarrollo de capacidades científico-tecnológicas con aplicación industrial. En la actualidad, una de las empresas más importantes de Miranda es Aciturri Aeronáutica, que este año invertirá 21 millones de euros en una nueva planta de motores y generará 200 nuevos puestos de trabajo.

Futuros proyectos

Estas tres zonas, ya con planes económicos a pleno rendimiento, no son las únicas que están en declive y se intentan revalorizar. La consejería de Economía y Hacienda está trabajando para que en un futuro muy cercano, tanto la localidad zamorana de Benavente como la salmantina de Béjar, también en un cierto declive industrial, cuenten con sendos planes de fomento territorial para la reindustrialización de estas dos zonas. En el caso de Béjar, esta decisión llega por una «disminución de la actividad y el empleo industrial» y por ser considerada «región menos desarrollada» por el Unión Europea, según expuso la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo. Según un estudio realizado por el profesor del Departamento de Geografía de la Universidad de Salamanca José Luis Alonso, en los años de crisis económica «la degradación de Béjar es hasta 10 puntos superior a la media de la provincia». En el caso de Benavente, el plan se llevará a cabo por su ubicación estratégica y por los cierres de industrias locales. «Todos estos cierres en los años más profundos de la crisis generaron un proceso de depresión económica en una zona que se consolidó como uno de los ejes logísticos y de actividad más importantes de la provincia de Zamora», concluyó del Olmo.

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