Para ser socialista

El socialismo no es para todos. Para ser socialista hay que tener, a parte del carnet, muy buenos sentimientos. Hay que ser una especie de Madre Teresa de Calcuta, pero en laico. El PSOE habla mucho de los inmigrantes, de mejorar sus condiciones de vida, pero al final las pateras –con sus naufragios– resultan una excusa moral para irse de vacaciones a un hotel de cinco estrellas en Canarias como Ábalos: con familia, guardaespaldas y asesores. Y los inmigrantes, entre tanto, hacinados en un campamento improvisado como si Canarias fuera Lesbos.

Para ser socialista hay que ser feminista, pero no de los que defienden la igualdad de las mujeres, sino la supremacía de aquellas que digan ellos, que casualmente sólo son las suyas. Para ser socialista hay que estar en política para cambiar las cosas: el alcalde de Valladolid entró al ayuntamiento en bici y ahora pasa las vacaciones en yate en Ibiza, supuestamente pagado por un empresario al que se le adjudicó un contrato sustancial.

Para ser socialista hay que creer en la redistribución de la riqueza, pero a la inversa. Es decir, que las cuotas de los autónomos sirvan para que el PSOE pueda gobernar comprando voluntades a los sindicatos, a las televisiones, a los independentistas, a los proetarras y al de Teruel Existe –porque en Teruel sólo existe Guitarte, los demás turolenses dan igual–.

El socialismo es una fiesta, como París en los años veinte, pero a costa de su bolsillo y del mío. Eso sí, como dijo Óscar Puente de sus vacaciones en yate –y por extensión lo de Ábalos en Canarias y el Falcon de Pedro Sánchez y Doñana con los amigos– no nos incumben, porque forma parte de su vida privada y no quiere «entrar en detalles» personales. Habrá que estar pendiente a ver si con esta nueva afición del alcalde a los yates y a las obras convierte el pantalán del Pisuerga en Puerto Banús y el PSOE en el GIL. El PSOE más que un partido parece una agencia de viajes, porque para ser socialista hay que ser un hombre de mundo a costa de los demás.

España en ERTE, camino del paro, y el presidente del Gobierno en Falcon y el alcalde de Valladolid en yate. Para ser socialista lo único imprescindible es vivir al margen de la realidad.