Vicente Ángel Pérez - Corazón de León

El fútbol no es el final

«Sí, es el "deporte del cepillo" como, en su tiempo, el fútbol era el de unos tipos en calzoncillos que pateaban un balón"

Vicente Ángel Pérez
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El «curling» es un deporte tan exótico en España que ni siquiera tiene cabida en el diccionario de la Academia, esa biblia de palabras y palabrotas, de anglicismos y galicismos, de populismos y tertulianismos que escriben los doctos miembros de una institución cuya sagrada labor es limpiar, fijar y dar esplendor a la lengua que hablan 470 millones de personas. La Academia y su diccionario se han extraviado hace décadas en las aguas de la «modernidad» y su deriva se presume imparable. El «todo vale» que impera en los bajos fondos de la sociedad española parece llegado al diccionario; cualquier término vale si se ha repetido en la tele tertuliana durante una temporada. En fin, que si alguien pretende buscar en él la palabra «curling», se encontrará con «churlo»: «Saco de lienzo de pita cubierto con uno de cuero, que se usa para transportar canela u otras cosas sin que se pierdan sus propiedades».

Y, a todo esto, ¿qué es el «curling», término ignoto para el diccionario de la Real Academia? Respuesta en dos palabras: Deporte olímpico; y, dicho en idioma «tertuliano»: Actividad deportiva en la que una persona lanza una piedra sobre el hielo y sus compañeros «barren» el suelo para que llegue a la diana». Sí, es el «deporte del cepillo» como, en su tiempo, el fútbol era el de unos tipos en calzoncillos que pateaban un balón. Cambian los tiempos, cambia el lenguaje, cambia la vida...

En estos tiempos en los que la política y el fútbol son el pan de cada día, de cada periódico, de cada tele, de cada radio, de cada tertulia…, bueno es saber que, por ejemplo en León, hay vida más allá del agónico fútbol que da sus últimas bocanadas con la Ponferradina y la Cultural. Hay vida, por ejemplo, en deportes que el tertulianismo imperante calificaría como emergentes: el «curling», sin ir más lejos, que un equipo leonés ha llevado a la máxima división nacional; o la halterofilia, con la berciana Lidia Valentín, bicampeona de Europa y aspirante a medalla olímpica; o la gimnasia rítmica, que tiene en Carolina Rodríguez y en el Club Ritmo que con tanto éxito dirige Ruth Fernández, otra apuesta en Río de Janeiro; o el atletismo, con la berciana Sabina Asenjo, indiscutible campeona española de lanzamiento de disco; o en baloncesto, con la leonesa-astur de sangre maragata Ángela Salvadores, quien, pese a su juventud, está llamada a ser estrella internacional.

Sí, hay vida más allá del fútbol, e incluso del bombardeo politiquero; hay otros mundos, no sólo en el deporte, sino también y, sobre todo, en la cultura (con editores y autores tan osados como poco reconocidos), que intentan hacerse un hueco entre tanta maleza mediática, la del todo vale, la de pan y circo. En León, al menos, hay deportes que ya retan incluso al diccionario de la Lengua. No es poco…

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