Dalí y los sueños de Pantagruel

Decía Coco Chanel que «la moda pasa, pero el estilo permanece». La personalísima faceta de Salvador Dal í como autor de incontables obras de arte traspasa, en muchas ocasiones, el límite que convencionalmente se le atribuye a lo que entendemos como imaginación. Y es por eso que, aunque pasen los siglos, el bigote de Dalí a las diez y diez jamás será olvidado.

Veintiocho años después de su muerte, el pintor, escultor y grabadista es protagonista en esta última faceta de una exposición en la que hasta el próximo día 20 se muestran en el Museo del Patio Herreriano de Valladolid una serie de trabajos en grabado del citado autor. Bajo el título «Salvador Dalí. Los sueños caprichosos de Pantagruel» , el hilo argumental son las ilustraciones de François Desprez que realizó sobre el ciclo Pantagruel, de François Rabelais, para la edición de Richard Breton de 1565, Les Songes Drolatiques de Pantagruel. Rabelais alcanzó gran notoriedad a través de las composiciones literarias que fueron fiel ejemplo de su incomparable personalidad, de su carácter burlón e independiente.

Dalí, haciendo gala de su habitual estilo, realiza una serie de veinticinco grabados en los que los seres son representados de manera monstruosa referenciando en todo momento a la gesta burlesca que desarrolla Pantagruel. Para su inspiración, recurrió a las «droilers», los caprichos del artista, que, aunque resulte un argumento novedoso por parte del de Figueras, tienen sus referencias en autores de la talla de Bosco, Pieter Bruegel el Viejo, Jacques Callot, Goya y otros muchos artistas que, mediante este recurso, demuestran su particularísima visión del mundo que les rodea. La galería muestra así una de tantas particularidades de un artista ecléctico que empezó su andadura en la Residencia de Estudiantes, junto a figuras tan importantes para las letras españolas como Lorca o Miguel Hernández. Avanzado para su tiempo, Dalí, junto a su inseparable Gala, consiguió que sus trabajos inviten a la reflexión de quienes observan la progresión de su estilo.