El Consejo de Seguridad Nuclear descarta el proyecto de la central de Retortillo, en Salamanca
El organismo desconfía de la fiabilidad del proyecto a la hora de almacenar residuos radioactivos
El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha dado su visto bueno a la propuesta de dictamen técnico de descartar la solicitud presentada por Berkeley Minera España (BME), que quería construir una instalación radiactiva de primera categoría del ciclo del combustible nuclear. Esta planta de fabricación de concentrados de uranio se habría situado en el municipio de Retortillo (Salamanca).
El dictamen técnico será remitido al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD). El motivo de la decisión adoptada se apoya en la «escasa fiabilidad y en las elevadas incertidumbres que presentan los análisis de seguridad de la instalación radiactiva en los aspectos geotécnicos e hidrogeológicos, de los que depende la verificación del comportamiento adecuado de diversos parámetros del proyecto».
Las deficiencias técnicas detectadas en la evaluación afectan principalmente al almacenamiento definitivo de residuos radiactivos de muy baja actividad . Para el CSN, «la información aportada no permite acotar la capacidad efectiva de aislamiento de las barreras que la empresa propone para envolver los residuos y, consecuentemente tampoco la capacidad de minimizar las concentraciones esperadas de radionúclidos en las potenciales zonas de descarga».
Desde 2013
El proyecto, que comenzó en 2013, incluía una mina de uranio de Retortillo-Santidad, una planta de concentrados de uranio y un almacén de residuos radiactivos. La planta de concentrados es una instalación radiactiva y está sujeta a varias autorizaciones que debe otorgar el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITERD), previo informe del CSN.
Dichas autorizaciones son preceptivas en el caso de la selección del emplazamiento, la construcción de la planta, la entrada en funcionamiento de la misma, su desmantelamiento y clausura. El CSN lo ha estudiado desde el 7 de septiembre de 2016 y haber requerido información y documentación adicional a Berkeley desde el 2017 hasta el 2020.
Las evaluaciones realizadas sobre la documentación que acompaña a la solicitud de autorización de la instalación detectaron «numerosas deficiencias» a lo largo de la evaluación, lo que requirió el mantenimiento de «muchas reuniones técnicas» con el titular, así como «numerosas peticiones de información adicional», además de la elaboración de una «gran cantidad de informes y notas de evaluación», y de la «revisión completa» de la documentación por parte de la empresa, con objeto de «integrar y dar coherencia a la información generada sobre el proyecto».
Según ha informado el propio consejo en una nota, el resultado de la votación fue de cuatro votos favorables al dictamen negativo, elaborado por la Dirección Técnica de Protección Radiológica; y uno en contra, correspondiente al consejero Javier Dies. Dicho consejero, de acuerdo al artículo 34 del Estatuto del CSN, ha anunciado que emitirá un voto particular por escrito en el plazo de 48 horas, recoge Ical.
La evaluación de los informes de la solicitud de autorización de construcción ha implicado a once áreas técnicas de ambas direcciones técnicas del CSN, que han abordado los temas de su competencia, que agrupan la protección contra incendios, ingeniería de sistemas, ingeniería mecánica y estructural o garantía de calidad; pero también hidrogeología, sismología y meteorología, protección radiológica de los trabajadores o una evaluación de impacto radiológico. Se han repasado la vigilancia radiológica ambiental, y los residuos de baja y media actividad, además del área de instalaciones del ciclo y desmantelamiento y de la correspondiente jefatura del proyecto.
