Castilla y León se compromete a erradicar el chabolismo en 2020

2020. Es la fecha que marcó Europa para erradicar el chabolismo y la que Castilla y León se ha fijado como reto cogiendo el guante de Bruselas . Para ello, la Junta y la Federación Regional de Municipios y Provincias (FRMP) firmaron ayer un protocolo de colaboración para atajar la situación de forma «integral» y sacar de la infravivienda a en torno sesenta familias que aún residen en estas condiciones en la Comunidad. Intervención social, acompañamiento y un nuevo hogar son los principales ejes de actuación.

La situación «afecta principalmente a población de etnia gitana» y por ello participarán en el desarrollo de esta estrategia entidades vinculadas a este colectivo para facilitar la intervención. Y es que, por su parte, las administraciones implicadas pondrán al servicio de las personas que residen en chabolas todos los medios disponibles, pero parte del proceso es la receptividad y aceptación del cambio.

¿Qué se les ofrece? En primer lugar una batería de medidas sociales disponibles para cualquier ciudadano y de las que podrían no estar beneficiándose pese a cumplir los requisitos. Su situación puede determinar si necesitan ayudas para bienes de primera necesidad, la Renta Garantizada de Ciudadanía como «palanca» para insertarse en el mercado laboral o asistencia a dependientes o personas con discapacidad. Serán los CEAS y las entidades locales los que analicen caso por caso. Junto a estas acciones, se les facilitará el traslado un una residencia «digna» a través del programa de alquiler social -el parque público cuenta ahora con 1.953-, para el que se determinará una renta acorde a sus circunstancias, que puede llegar a ser nula según explicaron los consejeros de Familia e Igualdad de Oportunidades y Fomento y Medio Ambiente, Alicia García y Juan Carlos Suárez-Quiñones, y el presidente de la FRMP, Alfonso Polanco.

Se desconoce con exactitud el número de chabolas que existen a día de hoy y cuántas personas residen en ellas, ya que son núcleos familiares, por lo general, muy amplios. Los últimos estudios de la Fundación de Secretariado Gitano cifraron que las 25.000 personas de esta etnia que vivían en la Comunidad lo hacen en 5.292 viviendas, de las cuales sólo un 0,85% serían chabolas (en el conjunto de España son el 2,5%). El índice se ha reducido desde el tres por ciento que suponía en 2007, cuando había 113 «hogares» más de estas características, a lo que la Junta considera que ha contribuido el programa de prevención de la marginalidad iniciado en el 2000. «Los últimos restos del chabolismo» afectan en quince casos a las provincias de Burgos y León, diez en Salamanca, siete en Palencia y Zamora y seis en Valladolid. Soria, Segovia y Ávila no registran ninguno, según los datos de los que dispone Fomento y que ahora serán actualizados con el nuevo protocolo. Queda pendiente de abordar el «chabolismo de altura», aseguró ayer el presidente de Secretariado Gitano, Pedro Puente, en relación a los «barrios segregados», en los que reside un 8,41% de la población gitana de Castilla y León.