Gómez y Suárez-Quiñones, este lunes durante la firma del convenio
Gómez y Suárez-Quiñones, este lunes durante la firma del convenio - F.HERAS
POLÍTICA

Un avión no tripulado vigilará El Bierzo y asistirá en la extinción de incendios

Su labor será la detección de focos de calor para un abordaje temprano y ofrecer una visión de las llamas

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Desde Afganistán al cielo berciano. El Ministerio de Defensa ha «prestado» a Castilla y León un avión no tripulado cuya cámara preparada para las más intensas labores de vigilancia se encargará de velar por el patrimonio natural leonés como un agente más de la lucha antiincendios.

La iniciativa es pionera, y el Bierzo -zona especialmente castigada por los incendios y donde el 75 por ciento de los fuegos son provocados frente al 50por ciento de media en el resto de Castilla y León- será el escenario de pruebas en esta «misión» que incorpora las tecnologías al servicio del medio ambiente. Su finalidad será doble. Por un lado, detectará puntos de calor que permitirán alertar de manera temprana de un foco, facilitando así una pronta actuación y reduciendo el riesgo de que se extienda en un entorno con mucha vegetación que en este verano adolece de sequía.

Su segunda misión será la de asistencia al control de fuegos ya localizados. y es que su visión desde el aire ayudará a crear una mejor perspectiva y perimetración de las llamas.

Esta «ayuda» a la campaña estival de incendios es fruto de acuerdo de colaboración suscrito ayer entre el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y la directora de Política de Defensa del Ministerio de Defensa, Elena Gómez. A partir del mismo, se estipula que el avión no tripulado realice vuelos de instrucción y adiestramiento en El Bierzo cinco horas diarias que se decidirán en función de las necesidades entre el 15 de julio y el 15 de septiembre.

El avión partirá de la base leonesa de Los Oteros y será tripulado por control remoto. Tiene un radio de alcance de 200 kilómetros y una autonomía de unos 250 kilómetros. A una velocidad de 65 nudos y a una altura de 6.000 pies, por encima de los medios de extinción y muy por debajo de los vuelos comerciales, su cámara detecta el calor en el caso de un fuego y da la voz de alerta, poniendo en marcha el operativo.

No será la única novedad que incorporará el Ministerio de Defensa a la lucha contra incendios en Castilla y León, que será uno de los territorios que en breve serán sobrevolados por drones que tendrán una finalidad similar al citado avión no tripulado de vigilar las potenciales presas de fuegos.

A estas novedades «muy útiles» para mejorar en la prevención y extinción de incendios y que, por cierto también tendrán su uso en las investigaciones pertinentes -se espera que sean elementos disuasorios para pirómanos- se suman otras mejoras introducidas por la Junta como las cámaras de vigilancia que ya están instaladas en el Bierzo, recordó ayer Suárez-Quiñones.

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