Rescatan el cadáver de un policía local de 41 años que cayó 40 metros desde un mirador de las Barrancas

El cadáver de David Llopis, un policía local de 41 años, fue rescatado este domingo del fondo de uno de los cortados del paraje natural de las Barrancas, en la localidad de Burujón (Toledo). Bomberos del Consorcio Provincial de Toledo tuvieron que descender hasta 40 metros para poder recuperar el cuerpo sin vida. En las labores de rescate, que se prolongaron entrada la noche, emplearon dos horas.

La Guardia Civil, que investiga el caso, no descartaba el domingo ninguna hipótesis sobre las causas de la muerte, incluso el suicidio. El delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, indicó este lunes que todo apunta a que David Llopis se quitó la vida. «Todo hace presagiar que puede haber sido un suicidio, hasta que no se cierren diligencias no se puede afirmar categóricamente», dijo Gregorio.

El agente, vecino de Valdemoro aunque trabajaba en Parla, estaba desaparecido desde hacía una semana. Se denunció su desaparación después de que el lunes 23 de enero no fuera a trabajar. Su coche fue encontrado en las inmediaciones del paraje donde David Llopis perdió la vida.

Algunos visitantes que paseaban por el lugar avistaron el cuerpo de una persona sobre las cuatro de la tarde. El hallazgo se producía a la altura del primer mirador de este paraje natural. Este balcón forma parte de la «senda ecológica de las Barrancas», que cuenta con varios miradores, desde los cuales se pueden contemplar unos espectaculares cortados, además de su flora y fauna.

Situadas a unos treinta kilómetros de la capital de Castilla-La Mancha, las Barrancas es uno de los parajes naturales más bellos, impactantes y sorprendentes de la provincia. Son espectaculares cortados arcillosos que han sido formados por la erosión del viento y las aguas del Tajo sobre sedimentos de hace 25 millones de años.

La extensión de estas cárcavas arcillosas de color rojizo es de aproximadamente un kilómetro de longitud y alcanzan más de un centenar de metros de altura en algunos puntos, concretamente en su pico más alto, que es conocido como el «Pico del Cambrón».

Además, en el interior de las Barrancas se encuentra el embalse de Castrejón, que «confiere una belleza aún mayor a este paraje y lo convierte en refugio de numerosas especies de aves», según informa la Diputación Provincial de Toledo en su web.